Elecciones 26-JRajoy apela al voto útil allí donde Ciudadanos fue irrelevante el 20-D

El Partido Popular tenía un diputado por Lérida en 2011. Pero el 20-D lo perdió. Los 22.200 votos obtenidos no fueron suficientes para conseguir un escaño, por solo 2.000. Y tampoco lo consiguió Ciudadanos, que pese a sus 17.700 se quedó igualmente sin él. El candidato Rajoy no quiere que eso se repita el 26-J; ni en Lérida ni en las otras 25 provincias españolas donde el voto a Ciudadanos no se tradujo en nada y le restó fuerza al PP. Por eso ha hecho un llamamiento a «concentrar el voto moderado» porque «cada voto dilapidado es un voto para los extremistas».

El líder popular endureció aún más ayer sus ataques contra Ciudadanos. Directamente, dijo que en esas 26 provincias «los votos a Ciudadanos no sirven para nada».

Se refiere a las provincias donde la formación naranja no obtuvo representación, y que podrían llegar a ser 30 según el último sondeo realizado por GAD3 para ABC.

La división, «lo peor»

En efecto, los apoyos al partido de Albert Rivera no se tradujeron en escaños en las pasadas elecciones en Huelva, Jaén, Huesca, Teruel, Ávila, Burgos, Palencia, Segovia, Soria, Zamora, Ciudad Real, Cuenca, Gerona, Lérida, Ceuta, Cáceres y Badajoz, Lugo, Orense, Pontevedra, La Rioja, Melilla, Navarra y las tres provincias vascas. Para que no se repita ese fenómeno, Rajoy pidió ayer en Lérida de nuevo «concentrar el voto moderado, que es lo que nos va a permitir gobernar», porque «la división es lo peor que le puede pasar a la España moderada».

En una conversación informal con los periodistas que siguen la campaña popular, Mariano Rajoy se mostró partidario de que la situación de indefinición en el gobierno de España termine cuanto antes: «Esto hay que cerrarlo ya». Recibe las encuestas publicadas con satisfacción porque vuelven a situar a su partido a la cabeza de las formaciones políticas, como el más votado, pero también con cierta distancia, convencido de que es imposible acertar en los pronósticos por escaños. Sabe, en todo caso, que probablemente los resultados que obtenga sólo le permitirán gobernar en solitario de forma muy precaria y en un ejecutivo que sería extremadamente débil e incapaz de sacar adelante ninguna medida.

Por eso, confesó que prefiere llegar a un acuerdo con los socialistas y gobernar en coalición con el PSOE -como, dijo, hace Ángela Merkel en Alemania, con el socialista Gabriel como ministro- que tener que hacerlo en solitario. No obstante, si el PSOE mantiene su negativa al pacto entre ambos, aseguró que reclamará su derecho a gobernar. Todo, antes de ir a unas terceras elecciones; convocarlas sería un ridículo mundial, afirma.

El presidente en funciones advirtió de la gravedad de la situación: no se aprueba una ley en Parlamento desde julio del año pasado, algo que un país no puede mantener por mucho tiempo. Cree el líder popular que la mala situacion del PSOE -a punto del «sorpasso» de Podemos- se debe a no haber querido pactar tras el 20-D. No obstante, entiende que el PSOE no puede bajar más porque es un partido con historia.