Curri Valenzuela - CHISPAS

Mentiras y cintas de vídeos

Curri Valenzuela
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El vídeo más reenviado estos días entre los votantes del PP no tiene nada que ver con los de los gatos o las sonrisas fabricados por encargo de Moragas, sino ese de una niña que se encierra dentro de un armario por consejo de su padre que le grita «escóndete, escóndete, que viene Podemos; corre, corre, que viene Pablo Iglesias». Todo un resumen de un final de campaña presidido por imágenes y sentimientos que se han impuesto a la razón y los programas.

La pequeña se ha convertido así sin saberlo en la auténtica niña de Rajoy de estas elecciones, que traduce en susto infantil el mensaje repetido por todos los candidatos populares conforme se acerca la cita con las urnas: el de que la única forma eficaz de impedir que Podemos llegue al poder y se interrumpa el camino del crecimiento de la Economía y la creación de empleo es votar al PP.

Pero para polémicas de vídeo, el de Pedro Sánchez frotándose las manos como si se las quisiera limpiar después de haber tocado a una familia de ciudadanos negros que le saludaron por la calle. ¿Es racismo? Los socialistas han desplegado toda su artillería mediática no solo para negarlo, sino para desacreditar a quienes han considerado ofensivo su gesto, empezando por la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, siguiendo por algunos otros políticos del PP y de Podemos.

«No todo vale», se indigna Pedro Sánchez, que dice que ese gesto de frotarse las manos mientras anda es muy suyo. Una explicación que hay que aceptar, aunque lo del «no todo vale» sí vale para recordar aquellos mensajes de «pásalo» y «Aznar asesino» que los suyos enviaron en vísperas de otras elecciones generales. Aparte de que habría que ver lo que Sánchez estaría diciendo a estas horas si es Rajoy el que se frota la mano que acaba de darle a una familia de color. Ardería youtube.

Tanto influyen los vídeos en estas elecciones que el mismo Pablo Iglesias ha desligado a su formación de la publicidad que muchos de los suyos han proporcionado con el de las manos del candidato socialista, al que él nunca ataca por mucho que Sánchez sí se meta con él. Pero donde las dan, las toman. La imagen más llamativa de su persona en campaña es la de su mariscada, junto a su compañera Irene Montero, a 170 euros por cabeza, lo que corrobora que cuando se acerca la hora de votar, para qué perder el tiempo en razones y programas cuando basta provocar sentimientos a base de vídeos.

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