Inmersos ya en la jornada de reflexión, los populares catalanes esperan con confianza la apertura de las urnas mañana convencidos de que la actual inestabilidad política por la que atraviesa esta comunidad autónoma empezará a rebajarse gracias a la movilización de los ciudadanos partidarios de mantener la unidad. «Estoy convencido de que nos va a ir razonablemente bien. La gente está concienciada de que estas elecciones son importantes y de que hay que ir a votar. Creo que el domingo veremos el gran voto oculto que existe en Cataluña», ha subrayado a ABC el portavoz adjunto en el Congreso, Antonio Gallego.

La clave por la que apuestan los populares es, en efecto, la movilización de los catalanes que están a favor de seguir formando parte de España como comunidad autónoma. Una movilización que en elecciones anteriores no se habría producido por hastío y por la falta de importancia concedida a las amenazas del presidente de la Generalitat, Artur Mas. «La gente que es contraria a la independencia va a moverse, y lo veremos especialmente en el área metropolitana de Barcelona», asegura Gallego, convencido de que el parlamento autonómico que saldrá de estas elecciones será menos independentista que el actual.

«Estamos contentos, esperando con alegría e ilusión», afirma, pese a reconocer que será muy difícil que el PP logre el récord histórico de 19 escaños que recogió Alicia Sánchez-Camacho en el año 2012. «Las últimas encuestas nos daban entre 16 y 17 escaños que con la coyuntura política actual está muy bien porque el panorama ha cambiado completamente. En aquel momento, a nivel nacional el PP se encontraba en la cresta de la ola y no estaba Ciudadanos. Ahora todo es distinto», admite.

En cuanto al resultado que pueden sacar, en conjunto, los partidos independentistas el político popular reconoce que «puede pasar cualquier cosa». «Pueden conseguir la mayoría absoluta o quedarse a las puertas, depende también de cómo se comporten los demás, pero nosotros estamos muy contentos», señala.