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«Quizá sea la primera presidenta de EE.UU., pero la próxima puedes ser tú»

Hillary Clinton imita a Trump e interviene por sorpresa en la convención para celebrar su histórica nominación.

Filadelfia (EE.UU.) Actualizado: Guardar
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No quiso faltar a su fiesta. Después de dos días turbulentos de convención demócrata, en los que han aflorado las brechas del partido y se ha abucheado su nombre, Hillary Clinton se dio el gusto de aparecer al final de la jornada histórica, la que la ha convertido en la primera mujer nominada a la presidencia de EE.UU.

La jornada se diseñó a la perfección para silenciar la revuelta de delegados de su contrincante en las primarias, Bernie Sanders, empeñados en no apoyar a Clinton y mostrar a la nominada como una candidata rocosa. Primero se celebró una votación estado por estado, culminada con una intervención de Sanders que logró que la convención nominara a Clinton por aclamación.

Después se sucedieron los discursos para glosar su figura, rematados por dos pesos pesados demócratas: la ex secretaria de Estado Madelein Albright y, sobre todo, su marido y ex presidente Bill Clinton.

Para entonces, y con la música de Alicia Keys y las palabras de la actriz Meryl Streep, el ambiente ya era festivo. Y, para sorpresa de los asistentes a la convención, la pantalla gigante escupió la imagen de una Hillary Clinton extasiada, vestida de rojo desde su casa en el suburbio adinerado de Chappaqua. Antes se proyectaron una sucesión de imágenes de anteriores presidentes, finalizado con el estruendo de un cristal que se rompe, en referencia al techo que rompió Clinton esa misma mañana, el de abrir el paso a las mujeres al mayor cargo de responsabilidad política de EE.UU.

«No puedo creer que hayamos abierto la mayor grieta hasta ahora de ese techo de cristal, esta es vuestra victoria», dijo a los delegados de su partido. «Y si hay alguna niña ahí que se ha quedado hasta tarde viendo la televisión, dejadme que diga algo: quizá sea la primera presidenta de EE.UU., pero la próxima puedes ser tú».

El público respondió con una ovación estruendosa, perdonando que su candidata tenga una cosa más en común con su rival por la Casa Blanca, Donald Trump: ninguno de los dos se ha podido resistir a aparecer por la convención antes de su discurso de aceptación, reservado para los jueves. Trump se dejó ver los cuatro días en la convención republicana. Clinton, en un día reservado a la historia, tampoco pudo contenerse.

«Puede que me convierta en la primera presidenta de Estados Unidos -dijo dirigiéndose a las niñas que estuvieran escuchándola. Pero la próxima puedes ser tú».

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