Tres directores en siete años de pequeña historia

La prisión de Puerto III es el recinto penitenciario más moderno de la provincia. Fue inaugurado en junio de 2007 y sirvió para descongestionar la vecina Puerto II, que llegó a triplicar a veces la población reclusa que podía acoger según su capacidad.

Al frente de la inauguración, Instituciones Penitenciarias seleccionó a un director de mucha experiencia y muy respetado por los funcionarios: Francisco Sanz. Permaneció en el puesto dos años hasta que el centro funcionaba a pleno rendimiento y se había completado la reubicación de internos procedentes de cárceles con problemas de hacinamiento.

Cumplida su misión, Sanz regresó a Huelva, su anterior destino y donde había dejado a la familia. Fue sustituido por Juan Carlos Carrillo quien venía de dirigir el recinto de Cáceres.

El segundo director de Puerto III permaneció en el cargo un poco más de tiempo, hasta abril de 2012. Fue relevado en el puesto al mes de que el nuevo secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, llegara al cargo.

Carrillo acaba de ser exonerado recientemente de una querella planteada por la familia de un preso que murió asesinado por otro interno muy conflictivo. Este crimen ocurrido en una zona común y el fallecimiento de otro recluso intoxicado por el consumo de drogas fueron los dos episodios más comprometidos a los que se tuvo que enfrentar.

Tras el cambio de Gobierno central, fue nombrado el actual director Miguel Ángel Rodríguez. Es la primera vez que los funcionarios se rebelan con tanta contundencia contra su gestión, solicitan la apertura de una investigación judicial y vierten críticas duras como los supuestos tratos de favor a determinados reclusos.

Acaip recordaba ayer que Rodríguez fue apartado en 1992 de la dirección de Puerto II al abrirse una investigación por presuntas irregularidades en varias empresas de suministro que trabajaban para la prisión. No fue el único cesado, también cayó la dirección de Herrera de la Mancha.