Agricultura
El trigo duro de calidad no tiene quien lo compre
La industria semolera en España está ya abastecida, por lo que apenas se realizan transacciones comerciales ni se exporta
La climatología adversa hace que repunten las cotizaciones actuales pero mantiene el comercio del trigo duro bloqueado. Pese a que las cooperativas y principalmente los comerciantes tienen todavía grano almacenado del grupo 1 y del grupo 2 , correspondiente a las categorías de mayor calidad, «no se están haciendo operaciones comerciales, ante la falta de compradores». Así lo afirma el gerente de la cooperativa de segundo grado Cocereales, Arturo Hidalgo, que explica que «las industrias fabricantes de pastas alimenticias tienen ya cubiertas sus necesidades de trigo duro, por lo que en España actualmente no hay interés comprador para la producción almacenada».
De hecho, desde el pasado 26 de febrero, la Lonja de Cereales de Sevilla mantiene sin operaciones esta categoría del trigo duro, lo que demuestra el bloqueo a nivel comercial.
En el ámbito internacional la situación tampoco mejora mucho, pues «hay mucho stock de trigo duro y los grandes operadores no están saliendo a comprar con la fluidez que se espera, por lo que la exportación tampoco es una opción». De hecho, «Italia, cuya demanda de trigo duro oscila entre un millón y un millón y medio de toneladas, hasta la fecha habrá adquirido sólo un 50% del grano, y el norte de África, que es otro gran consumidor de trigo duro, tampoco está reactivando el mercado», explica Arturo Hidalgo.
Andalucía representa el 80% de la cosecha nacional de trigo duro , con Sevilla como la principal provincia productora, y es la primera en salir al mercado. Un mercado donde el trigo duro ha tenido un comportamiento muy irregular en esta campaña, con la circunstancia de que el trigo blando ha superado en precio al duro, por lo que muchos de estos granos de menor calidad se han destinado a piensos.
Pérdida del cultivo
Estas circunstancias están influyendo en las campañas de siembras de los cereales de invierno, donde el trigo duro va perdiendo protagonismo en el campo andaluz. De hecho, a falta de cifras oficiales, se estima que «las siembras de trigo duro han caído alrededor del 20% en esta campaña» , donde los agricultores han optado por otros granos «como el triticale, el trigo blando y la cebada, que implica menos gastos productivos y están cotizando al alza».
En cuanto a l estado fenológico del cultivo «el trigo duro está en un estado crítico, pues está empezando a espigar, por lo que precisa de agua de forma inmediata», sostiene Hidalgo. Y es que la sequía, sumado a las altas temperaturas y las fuertes rachas de viento «ponen en serio riesgo a la futura cosecha».
De hecho, según l a Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), aunque se observan distintos estado fenológicos dependiendo de la fecha de siembra, en general «ya hay síntomas de estrés hídrico en los secanos y apenas se están realizando tratamientos». En las parcelas de riego, por su parte, «continúa el aporte de agua».
Respecto a las plagas , la RAIF informa que «hay presencia de pulgón negro en diferentes parcelas, sobre todo en las que no se ha podido aplicar herbicida, y también hay presencia de paulillón». Igualmente, «se observan plagas como roya, debido al rocío de la mañana y a las altas temperaturas diurnas, y algo de septoria».
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