¿Sabes qué significa el código que está impreso en el huevo?

Sevilla tiene casi la mitad (49%) de la producción de huevos de Andalucía, con un censo de 1.054.373 gallinas y con el 24% de las granjas de toda la comunidad, que ascienden a 97.

De los cuatro sistemas de producción de huevos que permite la Unión Europea (en jaula, en suelo, campero y ecológico) el 99% de las gallinas de la provincia se crían en jaula, el sistema más común también a nivel regional y nacional.

Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, la producción nacional de huevos representa el 5% de la producción final ganadera y cerca del 2% de la producción final agraria, y su facturación en 2014 fue de 783 millones de euros.

Hábitos de consumo

El huevo es un alimento básico en la cesta de la compra, aunque su consumo en los hogares andaluces está por debajo de la media española. De hecho, el consumo per cápita en 2014 fue de 123, un 9% por debajo de la media a nivel nacional (135). Así, de los más de 6.000 millones de huevos consumidos en los hogares españoles en ese año, el 17% corresponde a Andalucía. No obstante, a pesar de este consumo, el huevo sigue siendo un gran desconocido para la mayoría de los consumidores.

Así lo manifiesta la encuesta elaborada por la organización Interprofesional del Huevo y sus Productos, Inprovo, que revela que «sólo el 2% de los consumidores andaluces conoce el significado del código impreso en el huevo». De hecho, «el 63% de los consumidores lo relaciona, de forma errónea con la fecha de consumo preferente». En realidad, según explica la directora de Inprovo, Mar Fernández, «el primer número del código marcado en la cáscara del huevo indica el sistema de producción al que pertenece y el resto de dígitos sirven para identificar la provincia, el municipio y la granja de origen». Aparte, «algunos productores, de manera voluntaria, también incluyen en la cáscara la fecha de consumo preferente, información que sí es obligatoria en la etiqueta del envase, pero no en el huevo».

Respecto a la etiqueta, según señala la directora de la Interprofesional, «además de la fecha de consumo preferente (que no de caducidad) indica el peso de los huevos, la forma de cría de las gallinas, así como consejos de su conservación en frío».

Se trata «de una información de gran valor para el consumidor, que permite identificar su trazabilidad», declara Mar Fernández, sin embargo, «aunque la mayoría de los españoles suele leer siempre o casi siempre el etiquetado de los productos alimentarios, en el caso del huevo hay un mayor porcentaje de población que no lo lee nunca o casi nunca».

Por otra parte, más de la mitad de los consumidores andaluces desconoce la existencia de normas que garantizan que la producción de huevos de gallina es sostenible, por su elevada eficiencia en el uso de los alimentos y por su bajo nivel de emisiones, según señala la Inprovo. Igualmente, el estudio de la Interprofesional advierte que «los aspectos que más preocupan a los andaluces en torno a la producción de huevos en las granjas son la sanidad de las gallinas y su alimentación».

Consejos de manipulación

Para hace un uso adecuado del huevo en el hogar, la directora de la Interprofesional, Mar Fernández, recomienda a los consumidores «conservar el envase de cartón de los huevos en el frigorífico si la cáscara no incluye la fecha de consumo preferente», y «no lavar los huevos antes de meterlos en el frigorífico». En este aspecto añade que «se pueden lavar antes de cocinarlos, pero nunca hay que mojarlos para dejarlos en la nevera, ya que esto favorecería la eclosión de agentes contaminantes».