El Marbella Club «no está en venta»

Los propietarios de la cadena hotelera cuyo estandarte es el Marbella Club, uno de los resorts más lujosos de España, desechan el interés del Grupo Wanda por adquirir este establecimiento y declaran intocables todas sus propiedades. Lo ha recalcado el equipo corporativo del hotel: no sólo no está en venta, sino que «lo mismo se aplica al resto de hoteles» del grupo. Con esta decisión, la familia Shamoon pone freno a la aspiración del gigante chino, el mismo que, finalmente, ha anunciado que restaurará el Edificio España en Madrid tras el amago de retirada.

El magnate Wang Jianlin pretendía posicionarse con un estatus de privilegio en el sector de la hotelería de lujo nacional. La adquisición de este mítico enclave que fundara el príncipe Alfonso von Hohenlohe, era una forma rápida de adquirir un sello reconocido internacionalmente y un símbolo del lujo mundial para la multinacional asiática.

Pero los planes de futuro de Andra Investment, compañía con la que familia Shamoon gestiona todos los hoteles, no pasan por desprenderse del Marbella Club.

Inversiones elevadas

«La propiedad ha llevado a cabo una inversión muy considerable en los últimos años y continuaremos trabajando en la mejora de nuestras instalaciones y servicios», han recalcado las mismas fuentes. Así, el grupo se encuentra en plena expansión con la construcción del hotel de Gran Lujo en Ibiza, el cuarto de la cadena de Marbella.

Antes, la compañía había hecho otra importante inversión para incluir la nieve como oferta de ocio. Para la inauguración de la temporada de invierno se restauró el Lodge de Sierra Nevada. El pequeño establecimiento gran lujo se reconstruyó tal y como estaba antes del incendio de 2014 al más puro estilo alpino. La idea era recordar los grandes hoteles de montaña que tantas veces ha retratado Hollywood.

Por otro lado, sus dos resorts de Marbella han sido ampliados y remodelados. En Puente Romano la reforma de la plaza lo ha convertido en el centro neurálgico de la vida en la zona. Los restaurantes, entre ellos las dos estrellas Michelín de Dani García, han hecho de este lugar un paso obligado para los que visitan la Milla de Oro de la ciudad en sus vacaciones.

Por otro lado, una parte importante del montante inversor se lo ha llevado el Marbella Club, la joya de la corona. En este emblemático hotel se han abierto villas nuevas —la última un cortijo andaluz—, se han remodelado algunas suites —como Casa Hubertus— y se han reactivado nuevos servicios, como el Kids Club. La firma ha apostado también por mejorar el turismo de salud con un «wellness» que ofrece lujosos tratamientos.