La instauración de la jornada intensiva conlleva un aumento de la productividad
La instauración de la jornada intensiva conlleva un aumento de la productividad - FOTOLIA

La jornada intensiva permite acabar con los tiempos muertos

Los expertos de Infoempleo destacan que en Alemania, Holanda o Francia se trabajan entre 200 y 320 horas menos de media que en España, pero su productividad es más elevada

MADRID Actualizado: Guardar
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Las temperaturas y las vacaciones hacen que los meses de verano sean diferentes para las empresas y para sus trabajadores. Es necesario, por ello, implantar medidas que mantengan la motivación de los empleados durante la época estival. Desde Infoempleo han analizado las ventajas e inconvenientes que la aplicación de la jornada intensiva representa tanto para trabajadores como para empresas y, aunque los pros superan a los contras, un mal uso de ella puede convertirse en un desastre para cualquiera de las partes.

La instauración de la jornada intensiva conlleva un aumento de la productividad ya que implica que los trabajadores tengan que organizarse mejor para cumplir con los objetivos. En este sentido, permite acabar con los tiempos muertos sin pasar más tiempo del necesario calentando la silla sin producir.

Como muestra de ello, observamos que en Alemania, Holanda o Francia se trabajan entre 200 y 320 horas menos de media que en España, pero su productividad es más elevada.

Con este horario se puede conciliar mejor e incrementar el tiempo de ocio. El buen tiempo de esta época del año también incita a realizar un mayor número de actividades al aire libre y a salir de casa. De esta forma, los empleados acudirán al trabajo con mayor nivel de energía y positividad, aseguran desde Infoempleo. Otros, por su parte, prefieren usar este tiempo para realizar cursos y mejorar su cualificación profesional.

Además, trabajar de ocho a tres puede conllevar una reducción del absentismo ya que los empleados se sienten más predispuestos a acudir al trabajo. La motivación que genera la jornada intensiva supone un aumento de la satisfacción y reduce la tentación de eludir las responsabilidades laborales.

Además de estas ventajas, la jornada intensiva también permite reducir la siniestralidad y los accidentes laborales. También produce un importante ahorro de energía y de recursos en la empresa, ya que los empleados pasan menos tiempo en la oficina.

Sin embargo, entre las desventajas encontramos que una planificación incorrecta del nuevo horario puede provocar resultados nefastos. Una mala distribución de la carga de trabajo puede acabar derivando en un aumento del estrés de los trabajadores en el caso de tener que realizar el mismo trabajo en un menor tiempo.

Los expertos de Infoempleo consideran que este hecho no debe empañar los beneficios que la jornada intensiva puede tener para la empresa y, por ende, para los empleados. Eso sí, siempre debe acompañarse por una correcta comunicación y gestión.

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