Íñigo de la Serna promete «máxima disposición al diálogo»

El nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, prometió «máxima disposición al diálogo» para acometer las medidas «urgentes» que exige su cartera ministerial, como la liquidación de las autopistas en quiebra o el macrocontrato de trenes AVE de 2.600 millones de euros. El acto contó con una nutrida representación política: De la Serna estuvo acompañado por la presidenta del Congreso, Ana Pastor; el exministro de Fomento y actual titular de Justicia, Rafael Catalá; la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro

De la Serna subrayó que no «escatimará esfuerzos» para resolver estas cuestiones. «Voy a echar el resto y hacer todo lo que esté en mi mano por estar a la altura de la responsabilidad», explicó en una sala de la sede del Paseo de la Castellana a rebosar donde se encontraban también los máximos representante s de las principales empresas del sector, como Florentino Pérez (presidente de ACS y del Real Madrid), Esther Alcocer Koplowitz (FCC), Manuel Manrique (Sacyr) y Juan Ignacio Entrecanales (Acciona), entre otros.

Con un discurso continuista, en línea con la gestión y el esquema de trabajo de Ana Pastor, De la Serna garantizó «eficiencia y eficacia en la gestión de los recursos públicos» en un ministerio muy vinculado con «la competitivad del país» y muy importante «para otros sectores como el del turismo y además es uno de los que tiene más capacidad para generar empleo», detalló. «Además de todo ello, estoy convencido de que las infraestructuras son un elemento fundamental para garantizar la vertebración del país, la cohesión social y la igualdad de oportunidades».

De la Serna, eso sí, pidió a los medios de comunicación y a los representantes del sector más tiempo para abordar las cuestiones pendientes. «Estoy deseando entrar en contenidos, aterrizar y tomar contacto con los distintos asuntos», aseguró De la Serna.

El nuevo titular de Fomento reconoció que la celeridad con que se había producido el nombramiento le impidió mostrar su agradecimiento a sus excompañeros de trabajo en el Ayuntamiento de Santander, a los que dedicó efusivas palabras de cariño. «Ahora accedo a un Ministerio con 55.000 funcionarios, el equivalente a una tercera parte de los habitantes de la ciudad de Santander», ironizó.