Foodbox compra Más Q Menos y da otro bocado al mercado

La multimarca prevé alcanzar este año una facturación de 98,7 millones y cerrar el ejercicio con 240 locales, 93 de ellos nuevos

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Nuevo salto hacia adelante de Foodbox en el competitivo mercado de la restauración organizada. El grupo que engloba la cadena Taberna del Volapié, las cafeterías-panaderías Santagloria y la marca de comida italiana Papizza ha anunciado esta semana la incorporación de una nueva marca a su portfolio, los restaurantes Más Q Menos. Con el respaldo financiero del fondo de inversión Nazca y la implicación de varios directivos con mucha experiencia en el sector, el paraguas multimarca de Foodbox había conseguido en apenas un par de años sumar 130 locales, que el año pasado ya facturaron por valor de 46 millones. La nueva enseña supone un nuevo impulso en un crecimiento acelerado: Más Q Menos facturó 27 millones en 2016 y cuenta con 31 restaurantes. Con su incoporación, Foodbox prevé alcanzar este año una facturación de 98,7 millones y cerrar el ejercicio con 240 locales, 93 de ellos nuevos.

«El trabajo que otros llevan haciendo durante veinte años para liderar el mercado de la restauración organizada, nosotros queremos hacerlo en cinco», asegura Augusto Méndez de Lugo, CEO de Foodbox. «La incorporación de Más Q menos aporta una gran versatilidad a la compañía, por su grado de actuación en las diferentes franjas horarias y porque ya tiene presencia en un número importante de ciudades españolas. Es un espaldarazo importante para nosotros como plataforma multimarca», explica del directivo sobre el impacto de la operación.

La adquisición encaja a la perfección en el libro de estilo de Foodbox: «Siempre buscamos marcas que tenga ya una buena relación operacional, probadas ya en el mercado, sea con mayor o menor presencia, pero con gran potencial de desarrollo. Todas ellas tenían un número de locales parecido cuando las incorporamos, alrededor de 30. Y contaban con un valor importante para nosotros, el de la capacidad de innovación». Méndez de Lugo asegura que la compañía seguirá abierta a nuevas adquisiciones en un mercado con evidentes posibilidades de concentración. Y, aunque no descartan la creación de alguna marca propia desde cero, resalta que «no es el momento». «Es algo que siempre ha estado ahí, porque tendríamos el conocimiento y la estructura para hacerlo. Pero por nuestras características estamos muy orientados al franquiciado».

Más Q Menos abre además una nueva ventana de oportunidad a Foodbox: la internacionalización. Sus cuatro locales en Londres son una primera pica, pero Méndez de Lugo cree que es una enseña «con muy buenas perspectivas por el gran crecimiento que está teniendo allí. Por sus valores de buenas recetas y de buenos productos y jamón español creo que lo tendremos pronto en otros países europeos más pronto que tarde». También valora las grandes posibilidades internacionales de Volapié. Pero la prioridad de Foodbox aún es España. «Queda mucho trabajo por hacer y ahí es donde vamos a centrar gran parte de nuestros recursos».

«Cada vez se pide un mejor servicio, más experiencias y mejor relación calidad-precio»

El CEO de Foodbox no ve peligro de burbuja en un sector en ebullición que sigue ganando cuota de mercado y sumando nuevas propuestas. «En todo caso, creo que el sector va hacia una depuración. Algunos han sobrevivido, pero la crisis ha hecho al cliente más exigente. Cada vez pide un mejor servicio, más experiencias y una mejor relación calidad-precio. El que no esté a la altura lo va a acabar pasando mal».

Méndez de Lugo advierte otras dificultades para el sector y para su propia compañía: «Los precios en el mercado inmobiliario cada vez son más altos. En grandes ciudades, y sobre todo en los lugares más exclusivos, la rentas crecen semanalmente. Nosotros intentamos no poner en riesgo nuestro modelo de negocio y a nuestros franquiciados. Y creemos que hay mucho margen para nuestras marcas en muchas ciudades de España que nos pueden dar un buen potencial de crecimiento».

La alta rotación de personal también comienza a ser un problema. «Ya empieza a rondar cifras de los mejores momentos de la restauración, allá por el año 2004-2005. No estamos todavía en la situación de tener dificultades para encontrar empleados que quieran incorporarse a nuestro proyecto en el largo periodo de tiempo, pero empieza a habar ya una disponibilidad más temporal, porque se toma la restauración como un momento puntual, más que como un proyecto de desarrollo profesional». El CEO de Foodbox ve una «grandísima oportunidad» en el envío a domicilio. «Queremos estar ahí, pero haciéndolo bien, con un buen plataforma que nos permita distribuir con una buena relación precio-tiempo».

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