El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, junto al vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, junto al vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras - JOSÉ RAMÓN LADRA
Según Moody's

El Estado prestará otros 48.000 millones a las regiones en 2018 y 2019

La agencia de calificación Moody's cree que el pasivo de las regiones continuará creciendo en los próximos años con la Administración Central como principal acreedor

MADRID Actualizado: Guardar
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El Gobierno de Mariano Rajoy comenzó la asistencia financiera del Estado a las comunidades autónomas en 2012 como un salvavidas extraordinario para evitar la quiebra de algunas regiones, que tenían los mercados cerrados y no podían prestar los servicios públicos correspondientes. Sin embargo, un lustro después, acrónimos como el FLA (Fondo de Liquidez Autonómica), siguen estando tan vigentes como entonces y el Estado se ha convertido en el principal acreedor de los gobiernos regionales, con más de la mitad de su deuda pública en sus manos. Esta situación continuará en los próximos años, a ojos de la agencia de calificación Moody's.

«El Gobierno central continuará siendo el mayor prestamista de la mayor parte de los gobiernos regionales del país, aportando alrededor de 23.000 millones de euros de la financiación regional en 2017 y cerca de 24.000 millones en 2018 y 2019», señala Marisol Blázquez, analista de Moody's en un informe elaborado para inversores.

Es decir, el Estado no solo no dejará de conceder préstamos a las regiones sino que elevará la cifra en 2018 y en 2019 con 24.000 millones más cada año.

Así, este año el Ejecutivo cubrirá el 80% del endeudamiento de las comunidades autónomas. Solo País Vasco, Madrid y Castilla y León han comenzado a emitir en los mercados de capitales, emitiendo cerca de 3.800 millones de euros en 2016. Una participación que incrementarán este año, según Moody's.

Organismos como la Autoridad Fiscal han criticado que lo que iba a ser un instrumento puntual, los préstamos baratos del Estado a las comunidades, se está convirtiendo en estructural: las comunidades no tienen suficientes ingresos y en otros casos no reducen su déficit como deberían y recurren a los préstamos del Estado para prestar las competencias que tienen o porque no tienen incentivos para sanear sus cuentas, engordando el problema. Como la reforma de la financiación se antoja de difícil aprobación visto el actual panorama político, algunas comunidades tardarán lustros en volver a los mercados. Las comunidades pueden endeudarse a bajos costes –el del Estado, un tipo del 0,9%– gracias al FLA –para las regiones incumplidoras con más control– y al Fondo de Facilidad Financiera –a las saneadas–.

La agencia también cree que las diez comunidades a las que califica –Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana– continuarán engordando su pasivo. Si este año ascenderá a 252.000 millones –el total de todas las regiones ahora acumula 279.000 millones–, en 2018 se incrementará a 258.000 millones de euros y 260.000 millones en 2019.

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Al comparar con otros países, los gobiernos regionales y locales de Alemania, Reino Unido, Francia, España e Italia se eleva a una media anual combinada de 168.000 millones de 2017 a 2019. Mientras las entidades territoriales de Reino Unido y Francia continuarán engordando sus necesidades, Alemania las reducirá y España e Italia las mantendrán.

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