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Manuel Pastrana y Francisco Fernández, ex secretarios generales de UGT Andalucía que tuvieron que dimitir en 2013 por diversos escándalos - JUAN FLORES

Cuatro independientes vigilarán que los afiliados de UGT cumplen su código ético

El 42º congreso confederal elige esta semana a los miembros de la comisión de seguimiento

MADRID Actualizado: Guardar
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El congreso confederal de UGT aprobará esta semana la comisión de seguimiento y evaluación del código ético, que estará integrada por cuatro personas ajenas al sindicato. Ese código ético fue aprobado a finales de mayo de 2012, cuando varios escándalos salpicaban ya al sindicato liderado por Cándido Méndez.

Esas cuatro personas serán «de reconocido prestigio» y proceden de distintas áreas, como la magistratura, la abogacía y la universidad, según han confirmado a este periódico fuentes del sindicato.

Cabe recordar algunos casos en los que han estado implicados dirigentes de UGT en los últimos años, como el de los ERE de Andalucía; las tarjetas «black» de Caja Madrid que le costó el cargo, entre otros, al secretario general de UGT Madrid, José Ricardo Martínez; y los 1,2 millones de euros que el histórico líder asturiano de la minería Ángel Fernández Villa regularizó ante Hacienda en 2012.

Un reciente informe de la Guardia Civil apunta que el exdirigente sindical utilizó la organización SOMA-UGT «como pantalla para lucrarse» y calcula que desvió de forma ilegal más de 540.000 euros.

Tampoco hay que olvidar el polvorín que ha sido UGT Andalucía en los últimos años, con la dimisión del secretario general de esa federación, Francisco Fernández (noviembre de 2013), por el uso fraudulento de dinero público de la Junta para cursos de formación; y la marcha de su antecesor en el cargo, Manuel Pastrana (abril del mismo año). Tal y como publicó ABC, la federación andaluza que él lidera cargó 12.716 euros de una cena en la feria de abril de Sevilla de 2010 a «reuniones sobre la negociación colectiva». También endosaron la adecuación de un pabellón para una asamblea sindical a fondos para defender a las trabajadoras discriminadas por razón de sexo.

En el congreso de UGT Andalucía de 2009, en el que fue reelegido Pastrana, el sindicato regaló a los asistentes 700 maletines de piel falsificados que imitaban un modelo de Salvador Bachiller y realizados en Asia, además de mil bolígrafos. El coste ascendió a 100.238,73 euros y fue incluido en cuatro subvenciones europeas. Además, la federación andaluza había comprado a Pastrana la vivienda donde residía en Sevilla, un adosado con dos plantas y sótano, por 228.384 euros.

Los tres candidatos a la secretaría general de UGT han hecho hincapié en este código. «Queremos una organización sin zonas oscuras y que ponga luz donde no la había», ha dicho José María Álvarez. «Tiene que ser un sindicato transparente, con los bolsillos de cristal», ha afirmado Miguel Ángel Cilleros. «Los altos cargos de la organización deben hacer públicos sus salarios y su patrimonio», declaró Gustavo Santana.

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