Por primera vez en la historia, los empredendores tienen en sus manos las armas para cambiar el mundo, subraya
Por primera vez en la historia, los empredendores tienen en sus manos las armas para cambiar el mundo, subraya
OPINIÓN

La cuadratura del círculo

«Problemas sociales y económicos, irresolubles durante años, hoy empiezan a dejar de serlo gracias sobre todo a la tecnología y a una creciente concienciación», mantiene Iñaki Ortega, director de Deusto Business School

MADRID Actualizado: Guardar
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El problema geométrico conocido como «la cuadratura del círculo» es uno de los mayores misterios sin resolver de la matemática. La cuestión reside en hallar un cuadrado que posea un área que sea igual a la de un círculo dado.

Desde la Grecia clásica y con especial ímpetu en el siglo XIX se ha intentado resolver sin éxito, hasta nuestros días. De hecho, el asunto ha sobrepasado la matemática para incorporarse a nuestro lenguaje como una expresión muy habitual para referirse a un problema imposible o muy difícil de solucionar.

Igualmente de irresolubles han sido durante muchos años otros problemas, ya no matemáticos, sino sociales y económicos y que hoy, gracias sobre todo a la tecnología y a una creciente concienciación, están empezando a dejar de serlo.

En 1965 un joven científico, en California, formuló un ley que no ha dejado de cumplirse desde entonces. Gordon Moore vaticinó que cada año la capacidad de los microprocesadores se doblaría, a su vez cada año el precio de esos chips sería la mitad. La llamada «ley de Moore» explica que, hoy, en nuestros bolsillos con nuestro móvil, tenemos más capacidad de procesamiento que todos los ordenadores que tenía la NASA cuando el hombre llegó a la Luna. Por ello vivimos una revolución tecnológica, de una velocidad tal, que está permitiendo universalizar el acceso al conocimiento y al capital como nunca antes. Por primera vez en la historia los emprendedores tienen en sus manos las armas para cambiar el mundo.

En 1982 el arquitecto suizo Walter R. Stahel formuló la teoría de la economía circular en un informe, junto a otros colegas, para la Comisión Europea. Una economía lineal que produce, consume y finalmente tira a la basura, es insostenible. Ha de ser sustituida por un sistema circular coherente, como lo que ha hecho siempre la naturaleza, que convierte los residuos en recursos. Stahel nunca pudo imaginar que en un país como España, más de 30 años después, el 74% de los envases se reciclan o que disponemos de un sistema integrado de gestión a la altura de los más avanzados de Europa y que hace posible que desde 1998 se han reciclado más de 15,3 millones de toneladas de envases domésticos en España, cifra que equivale a llenar más de 1.100 estadios de fútbol de envases.

Pero por todo lo anterior conviene que levantamos un poco la vista de lo que consideramos estrategias verdes o políticas medioambientales para darnos cuenta de que lo imposible se está dando, de hecho se está empezando a formular una nueva economía circular, donde conceptos enfrentados empiezan a ser conciliables.

Por ejemplo, la colección de moda del joven diseñador español Moisés Nieto realizada íntegramente con tejidos provenientes de botellas recicladas, premiada recientemente en el I certamen «El Laboratorio», demuestra que la ética no está reñida con la estética. O que la primera y única encíclica escrita por el Papa Francisco «Laudato si», dedicada a la ecología, nos indica que el Poder también puede ir acompañado de la Razón, y que además esas causas, siempre, merecen la pena. Otro caso es la propia actividad a favor del medio ambiente desarrollada por una empresa privada como Ecoembesque desde su creación en 1998 permite que ya no sean antagónicos conceptos como activismo y empresa. Por último, hoy, con las plataformas colaborativas que hacen posible compartir coche y por tanto no contaminar tanto, el colectivismo puede tener sentido en una economía de mercado.

Pero si nuestra cabeza se eleva y miramos más allá todavía de la economía circular lo imposible también está empezando a pasar en otros campos. La innovación ha abandonado el paradigma del secreto industrial para zambullirse de lleno en la inteligencia colectiva y colaborativa; es difícil encontrar una gran corporación que no tenga como vector, la innovación abierta en sus laboratorios. Por no hablar del cambio de escala que está dándose en la economía actual donde los emprendedores se han convertido en una especie de insurgentes, como nos recordaba hace unas semanas The Economist, que están poniendo patas arriba industrias tan diferentes como el turismo, el transporte, la financiera o la automoción... y además consiguiendo mejores y más baratos productos y servicios.

A Pitágoras se le considera el primer matemático de la historia y aunque tampoco resolvió el asunto de la cuadratura del círculo, pasó a la posteridad por su afirmación de que nuestro planeta era redondo, que la Tierra era un círculo. Hoy sin temor a equivocarnos podemos decir algo más, que la economía empieza a ser circulary que gracias a ello el mundo puede aspirar a ser circular. La cuadratura del círculo empieza a ser posible.

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