La ampliación de capital de Abengoa acentúa las dudas del mercado

Las acciones de Abengoa se mantienen en caída libre después de la fuerte corrección del pasado lunes en la que perdió un 31% de su valor de cotización en Bolsa. Ayer la sesión no fue mucho mejor para la compañía que dirige Santiago Seage: perdió otro 26,22%, hasta situarse en los 1,04 euros por título. En dos días, por tanto, la caída ha sido del 50%.

El origen está en el anuncio efectuado en la mañana del lunes de que la compañía andaluza de energías renovables se dispone a realizar una ampliación de capital por 650 millones de euros con el fin de recortar su endeudamiento y fortalecer sus fondos propios. Sin embargo, los reveses que está sufriendo la compañía en el mercado dejan entrever que subyacen dudas sobre su liquidez. La deuda neta asciende, según la cuenta de resultados publicada el pasado viernes, a 6.554 millones de euros.

Los problemas de Abengoa se remontan a noviembre de 2014, cuando un informe de Fitch cuestionó el método utilizado para contabilizar los «bonos verdes», que contaban con el respaldo de la compañía y, sin embargo, no se catalogaban como deuda corporativa, algo que finalmente rectificó. El día de dicha conferencia, los seguros de impago de la compañía (CDS) se dispararon y Abengoa convocó otra conferencia con analistas con la excusa de adelantar los resultados del primer semestre. La intención real, sin embargo, era calmar al mercado. Pero las palabras del directivo desataron más dudas.

Política de desinversiones

De entrada, reconoció que la caja de 3.000 millones no era tal, pues el dinero estaba bloqueado por pagos a proveedores y otros compromisos. Posteriormente, fuentes de la empresa concretaron que la posición de tesorería disponible rondaba los 1.300 millones.

Las dudas sobre su liquidez han disparado el interés de su deuda a cinco años hasta el 18,6%, lo que ha arrastrado aún más a la baja la cotización de su acción bursátil sin piedad.

Para combatir dicha incertidumbre, la compañía anunció desinversiones por entre 1.800 y 1.900 millones con las que aliviar rápidamente el volumen de deuda. De ellos, ya se han ejecutado 1.400 millones.