Copa América
2-2: «Luna Rossa» comienza a desquiciar a «New Zealand»
La entrada al cajón de la presalida es determinante para el resultado final
El segundo día de la 36ª America’s Cup demostró una vez más que el comienzo es crucial y destacó cuán igualados están los dos equipos en condiciones ligeras de viento mientras el enfrentamiento llega al tercer día con un empate 2-2.
Y si bien ese conocimiento ayuda a responder algunas de las preguntas que han estado circulando, los datos hacen poco para predecir el resultado de las regatas programadas de mañana que, según los pronósticos, volverán a ser con vientos ligeros.
Tercera manga
Después de que se detuviera la primera salida porque los barcos de espectadores invadieron en campo de regatas, el reinicio vio a Luna Rossa entrar en la zona de pre-salida a babor. El Emirates Team New Zealand se apresuró a ponerse detrás de ellos.
Cuando se acercaron al lado derecho de la zona, ambos traslucharon para prepararse para el regreso a la línea. Ambos llegaron temprano y necesitaban matar el tiempo, pero ninguno quería bajar sus foils. Además, ninguno parecía querer participar.
Al principio, el Luna Rossa había ganado una ligera ventaja y se había colocado a barlovento del Emirates Team New Zealand.
Cuando los barcos se dirigieron hacia el límite de la izquierda, los kiwis fueron los primeros en virar. Los italianos hicieron una pausa, esperaron el momento perfecto para virar debajo de ellos. Fue una virada a sotavento perfecta que ejerció presión sobre los kiwis. Primer mazazo de los italianos.
Finalmente, el equipo de Nueva Zelanda se vio obligado a virar. Los italianos ya se veían tan poderosos en los 9-10 nudos de viento como había sugerido la charla previa al evento.
Aunque ambos barcos navegaban a unos 20-22 nudos en ceñida, la verdadera diferencia entre los dos era que el Luna Rossa parecía ser capaz de virar con mayor rapidez y suavidad también, ganando con cada maniobra.
En la Puerta 1, el Luna Rossa viró primero con 10 segundos de ventaja. El Emirates Team New Zealand decidió dividirse y tomó la baliza izquierda con la esperanza de encontrar un viento diferente en el tramo a favor del viento.
Desde el aire, el viento parecía fluir por la mitad del campo y los italianos estaban haciendo un buen trabajo al identificar las mejores partes del campo para participar. En la parte inferior rodearon la marca de la derecha 13 segundos por delante.
En la Puerta 3, los italianos habían extendido su ventaja a 27 segundos cuando rodearon la boya de la izquierda.
Una vez más, los kiwis se dividieron y rodearon la boya de la derecha. El tramo anterior sugirió que el equipo local era un poco más rápido a favor del viento en ocasiones, pero si este fuera el caso, ¿su velocidad extra sería suficiente para comerse el liderato italiano?
En la puerta inferior, por segunda vez, los kiwis se habían retirado, pero solo 22 segundos por detrás. Habiendo elegido la baliza opuesta para virar estaban presionando a los italianos, obligándolos a elegir entre la ruta que preferirían y la necesidad de correr. Pero con una ventaja que no querían ceder, estos últimos ganaron ya que igualaron la virada de los Kiwis para virar en ceñida.
En el último tramo de ceñida, los italianos habían alargado aún más la distancia hasta alcanzar los 38 segundos de ventaja. Seguramente ahora había pocas dudas de que el barco italiano iba más rápido contra el viento en estas condiciones.
Mientras se dirigían hacia el último tramo, ahora iban más de 500 metros por delante.
Veintisiete minutos y 55 segundos después de comenzar la regata 3, hubo otro punto italiano en el tablero cuando Luna Rossa cruzó la línea para llevarse su segunda victoria de la serie.
Cuarta manga
Para la segunda regata del día, los roles se invirtieron y fue el Emirates Team New Zealand el que ingresó primero al campo.
Cuando los defensores cruzaron la linea, Luna Rossa trasluchó para ponerse a la popa de los kiwis. Mientras lo hacían, parecía más difícil mantener el ritmo mientras navegaban por el aire sucio de los kiwis.
Cuando el reloj marcaba la cuenta atrás para el inicio, los italianos se abalanzaron para ir a por el triunfo, pero en el último minuto parecieron decidir lo contrario, orzando hacia atrás para permanecer en el lado de barlovento de los kiwis. Cuando se acercaron a la línea, ambos equipos llegaron temprano mientras intentaban reducir la velocidad sin caer de los foils.
El resultado de esto hizo que mientras los barcos estaban alineados igual que en la primera regata con los italianos a barlovento, esta vez la pareja estaba mucho más cerca. Esta vez los italianos no pudieron vivir en la posición de barlovento y se vieron obligados a virar dejando a los kiwis para continuar hacia el límite de la izquierda.
Mientras tanto, el viento había bajado a 8 nudos. Cuando Luna Rossa se dirigió hacia el lado derecho del campo y viró, se enfrentaron cara a cara a los kiwis. El equipo de Nueva Zelanda viró por debajo de ellos, obligando a los italianos a retroceder hacia la derecha.
Los kiwis parecían felices de mantenerse alejados de los italianos mientras se dirigían hacia el límite de la izquierda una vez más, sus comunicaciones a bordo sugirieron que habían visto más viento de este lado.
Cuando volvieron a estar juntos, esta vez los kiwis cruzaron a los italianos para tomar una ligera ventaja, rodeando la marca de la izquierda de la Puerta 1 solo 9 segundos por delante.
Los italianos tomaron la baliza opuesta partiendo hacia el lado derecho del campo. Cuando la pareja se cruzó por primera vez en el tramo a favor del viento, ambos parecían felices de explorar lados opuestos del campo, lo que sugiere que había pocas diferencias de viento.
En los momentos finales del recorrido 2, Luna Rossa pareció fallar en su trasluchada y se desaceleró significativamente durante unos momentos. Ya no pudieron traspasar bien la puerta, lo que les costó más distancia y tiempo con el Emirates Team New Zealand, que había pasado limpiamente por la puerta para estirar su ventaja a 34 segundos. Esta fue una buena ganancia para los kiwis y una maniobra costosa para los italianos.
En el tramo tres, la distancia entre los dos se mantuvo exactamente igual, lo que no fue el viento que, habiendo bajado un poco más, ahora se estaba volviendo a ser menos estable y más difícil de leer.
En la puerta 4, los kiwis habían confirmado una vez más lo fuertes que eran en los tramos a favor del viento y habían estirado su ventaja aún más a 48 segundos.
A bordo de ambos barcos se hablaba de que el viento estaba bajando, la brecha entre ellos podía haber crecido, pero la presión estaba aumentando.
Pero cuando los kiwis se acercaban a la puerta superior por última vez, se mantuvieron firmes, navegaron sin problemas y esta vez habían estirado su ventaja en un tramo de ceñida mientras doblaban 58 segundos por delante.
Una victoria que parecía quedarse en casa. Unos minutos más tarde lo fue. Las puntuaciones volvieron a nivelarse.
