Nicolás Terry - Fuerza 11

Detalles que no ayudan a conseguir los objetivos

La cuadratura del círculo en la Vendée es muy fácil, un gabinete de comunicación que se dedica a atender a los periodistas y facilitarles su trabajo

Nicolás Terry
Les Sables d'Olonne (Francia) Actualizado: Guardar
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Con esta salida de la Vendée Globe son ya 5 las que de forma ininterrumpida presencio “in-situ”. En estos 20 años que hoy se cumplen, he aprendido muchas cosas y este aprendizaje me ha permitido tener un criterio propio en determinadas actuaciones y opiniones.

Valga por delante que respeto todo lo que los demás puedan hacer en sus trabajos y proyectos, siempre que estos guarden un sentido y sin que traspase ninguna línea roja de las que marca la aplicación del sentido común en todas sus ámplias facetas.

"Si los medios de Barcelona en particular y de Cataluña en general se hubieran implicado a fondo, estoy completamente seguro que el bueno de Dídac y su equipo hubieran contado con más ayuda"
Coli Terry

Si algo ha dejado claro esta regata a lo largo de sus ocho ediciones, es que la comunicación es pieza clave y fundamental para conseguir la máxima presencia mediática posible y garantizar unos retornos de inversión que en algunos casos se acercan hasta el 80-90 por ciento de rentabilidad.

La cuadratura del círculo en la Vendée Globe es muy fácil y muy clara, un gabinete de comunicación que se dedica a atender a los periodistas presentes, este año sobre mil, y facilitarles su trabajo en todo momento. Estos envían sus crónicas a los medios y Kantar Media los analiza y valora y tras cuatro meses de regata, saliendo todos los días. El resultado es impresionante.

En Francia los 20 barcos, casi el 80 por ciento de la flota se lo tienen que pelear entre ellos para ver quién es el que más sale en los “papeles” y en las “teles”, pero en los 9 barcos restantes de los 9 países representados, el resultado, si las cosas se hacen bien hechas, puede llegar a la espectacularidad.

A Le Sables d’Olonne nos desplazamos 5 periodistas españoles, corriendo con todos los gastos del viaje, alojamiento y manutención, de nuestros propios bolsillos. Nuestro objetivo era apoyar al único barco español presente en la regata, el de Dídac Costa. Tuvimos la oportunidad de sentarnos con el bueno de Dídac y hablamos largo y tendido, pero después, si te vi no me acuerdo. Ni un solo detalle profesional con nosotros. Nadie se preocupó de comprobar si teníamos las últimas fotos, los últimos videos y así un largo etc.

Dice el refrán que si no siembras no recogerás cosecha, y esto que quede claro que no es ninguna amenaza, como hemos demostrado ya fehacientemente, yo desde ABC de la Náutica, Pedro desde ABC, Alberto desde Nauta 360 y El Mundo y Josep desde el AS y EFE.

Los cuatro, antes de iniciarse la regata, hemos escrito más que los propios medios de Cataluña, que son desde mi punto de vista, los que más se deberían haber volcado con el proyecto de Dídac, tanto por ser un proyecto radicado en Cataluña, como por la implicación directa que la Fundación para la Navegación Oceánica Barcelona (FNOB) ha tenido en el mismo, ya que hay que recordar que la FNOB depende del Ayuntamiento de la Ciudad Condal.

Si los medios de Barcelona en particular y de Cataluña en general se hubieran implicado a fondo, estoy completamente seguro que el bueno de Dídac y su equipo hubieran contado con más ayuda. Quizás ese apoyo mediático le hubiera bastado para encontrar el patrocinador que le hubiera generado los recursos necesarios para reparar los destrozo del rayo en su electrónica y no que Dídac haya tenido que recurrir al "crowdfunding" para cubrir los 30.000€ de la reparación.

A pesar de este comentario, no hay que preocuparse de nada ya que por nuestra parte vamos a poner todo de nuestra parte para que el proyecto tenga la máxima repercusión posible y que al final de la aventura se pueda presentar un dossier de prensa con una valoración muy alta para poder enseñárselo a posibles patrocinadores en futuros proyectos.

Cada día que pasa entiendo menos a los políticos y sobre todo a los que se apropian de unos signos que son de todos los españoles. Quiero dejar claro que no me siento atraído por ninguno de ellos sean del signo y el color que sean y también quiero dejar claro que bajo ningún concepto acepto que el deporte y la política se entremezclen.

Una vez dejado claro esto. Cuando el patrón japonés Kojiro Shiraishi, abandonaba el pantalán en su barco "Spirit of Yukoh", vestido con el traje oficial de la saga de Samurái a la que pertenece, Katana incluida y la bandera en la popa de su Imoca 60, me sentí orgulloso y patriota ya que Kojiro se mostraba feliz y encantado de su estirpe de Samurái y de su bandera, sentimientos incrementados al estar en Francia, donde su himno nacional “La Marsellesa” no tiene propietarios.

Pero a la vez me sentí triste cuando miraba una y otra vez a la popa del barco de Dídac y veía que la bandera de España no ondeaba en su popa como si lo hacían las de los distintos países de los 28 restantes barcos que tomaron la salida. Como creo que cantaba Antonio Molina, “pena, penita, pena”, porque allá donde vamos por una causa u otra los españolitos tenemos que dar la nota.

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