Mundial Rusia 2018
Se esperan «niños FIFA»
Los rusos están encantados con la «atmósfera» generada por la Copa del Mundo y con la llegada de visitantes
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Debe de ser dificilísimo para un extranjero llegar a conocer el alma rusa porque ya es muy difícil el objetivo mucho más modesto de penetrar en el alma futbolística rusa . El primer obstáculo es el ruso. Pero el segundo son los rusos. En pocos lugares del mundo habrá tanta gente que desconozca los términos «bye», «thank you» o «please». Sucede sobre todo con las personas de cierta edad. Hay un silencio huidizo casi cómico en los conductores que llevan y traen a los periodistas al centro de prensa de FIFA. No contestan ni al «espasiba» .
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En los voluntarios de la organización, jóvenes y con idiomas, la locuacidad tiene otro límite. Una joven confesó que de asuntos como la cuestión gay no podía hablar con los periodistas porque así lo había dejado firmado.
La selección no ilusionaba
Antes del Mundial se hizo viral en Rusia una canción en la que un cómico hablaba sobre las posibilidades de su selección. « Nuestro equipo es, seamos francos, una mierda », concluía. La letra sostenía que incluso seguiría siéndolo si se sustituyese al bigotudo seleccionador Cherchesov por el presidente checheno Ramzan Kadyrov , quizás el hombre más duro de Rusia. En la canción, el temible Kadyrov dimite, incapaz de hacer nada con esos jugadores.
Según la reciente encuesta de un medio local, el 73 por ciento de la población no pensaba que Rusia fuese a pasar la fase de grupos del Mundial. «El dato me parece bastante aproximado», afirma Tatiana, una profesora de mediana edad que maneja algo de español y una distancia irónica respecto a su selección. «A la gente en realidad le interesa el Mundial más que el equipo. Aunque hay esperanzas en que no lo harán del todo mal». Los rusos están muy contentos con la Copa del Mundo y los moscovitas disfrutan de una ciudad que se ha transformado con el alcalde Sobianin. «Carretera, bares con terraza, wifi, jardines, bicicletas de alquiler… todo, ¡y en dos años!».
«La atmósfera»
Todos destacan «la atmósfera». « Nunca ha estado Moscú así y nunca volverá a estarlo », afirma Alena, una comercial que hace ballet en su tiempo libre. A Tatiana, que tiene un niño a punto de entrar en el Lokomotiv, esto le recuerda a lo que su padre le contaba de los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. «Hubo muchos nacimientos el año siguiente. Algunos niños eran negros. Se les llamó los niños de la Olimpiada». Ahora esperan una generación de « niños FIFA ». Eran otros tiempos. La Segunda Guerra Mundial había dejado a las mujeres rusas sin 10 millones de hombres.
El 5-0 contra Arabia Saudí despertó además el orgullo deportivo. Un periodista de Reuters afirmó haber visto una camioneta con el 5-0 pintado . En Rusia esto es más noticioso que ver a un oso sentado en el asiento del copiloto. La victoria se celebró hasta altas horas en Los Urales. Aunque “altas horas” es algo relativo. A las tres de la mañana amanece en Moscú y la luz del día invita a los turistas de la Copa del Mundo a recogerse. Son las « noches blancas », un fenómeno que se produce en junio y parte de julio, como si lo hubiera contratado la FIFA.
