Primera RFEF

Plantilla y afición, en pie de guerra contra los futuros propietarios del Badajoz

El oscurantismo del acuerdo del presidente Parra, en prisión desde verano, con el representante de un grupo inversor desata la alarma en un club que atraviesa una grave situación económica

Los jugadores del CD Badajoz, este jueves en la concentración ante el Ayuntamiento José Vicente Arnelas

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La situación del CD Badajoz desde que su presidente fuera detenido por la Guardia Civil a finales de julio en la operación Benzinium se ha tornado en insostenible con el paso de los meses para la plantilla y empleados de una entidad que esta temporada milita en la Primera División RFEF. Los impagos se han ido sucediendo y las angustias económicas han terminado por convertirse en una pesadilla también para los componentes de las categorías inferiores y del equipo femenino de una entidad que arrastra una deuda cercana a los cuatro millones de euros. Con la amenaza de una posible desaparición en el horizonte, la venta del club a un grupo inversor fue la solución buscada por Joaquín Parra , que continúa en la cárcel después de que Hacienda y la Benemérita le acusaran de dejar de abonar 13 millones de euros en concepto de IVA tras una compraventa de combustibles de 69 millones. Pero el oscurantismo que rodea el traspaso al grupo representado por Diego García , y ante la sospecha de que detrás de él pueda estar la mano de la familia Oliver, ha desatado la caja de los truenos entre la afición blanquinegra, que ha emprendido una cruzada contra los futuros dueños en la que cuenta con el apoyo de los jugadores. Seguidores, futbolistas y cuerpo técnico protestaron al unísono el pasado miércoles antes del partido ante el San Sebastián de los Reyes y ayer volvieron a unirse a las puertas del Ayuntamiento para protestar por las «mentiras» del nuevo grupo inversor e intercambiar información con el alcalde, Ignacio Gragera.

El futuro del CD Badajoz ha dado un inesperado giro de timón desde que David Torices 'Dupi', el director general del club, anunciara a mediados de este mes que Joaquín Parra accedía a la venta de sus acciones bajo la premisa de hacerlo con transpariencia absoluta. Un movimiento que fue aplaudido por la plantilla confiando en que la llegada del que parecía iba a convertirse en el nuevo propietario, Daniel Tafur, permitiera poner fin a los graves problemas económicos que los jugadores habían comenzado a denunciar varias semanas antes. En los últimos días, sin embargo, el Badajoz informaba a través de un comunicado de la transmisión del paquete accionarial de Parra a un grupo inversor liderado por Diego García, cuyos representados siguen sin trascender. Sin embargo, el fantasma de la familia Oliver, cuya paso y gestión resultó nefasta en otros clubes, sobrevuela El Vivero .

Oscurantismo

El oscurantismo ha marcado las reuniones y las condiciones del acuerdo alcanzado entre Parra y el representante del grupo inversor , aunque ya ha habido movimientos y anuncios que han inquietado a los aficionados, que se sienten engañados. Sin ir más lejos, el club informó recientemente de que el grupo que representa Diego García había saldado la deuda con RoyalVerd, que volvería a hacerse cargo del mantenimiento del césped de El Vivero. Sin embargo, varias fuentes, según el diario Hoy, explicaron que es falso que se alcanzara un acuerdo para que la citada empresa vuelva a hacerse cargo del cuidado de la hierba del estadio del conjunto blanquinegro.

Recelos que van en aumento con el paso de los días. «Nos hemos encontrado mentiras. Si se empieza con mentiras no va a existir confianza», afirmó este jueves David Torices 'Dupi' ante los medios. «No queremos a personas que han hundido a otros proyectos. Tenemos mucho miedo de lo que viene, no queremos sufrir lo que han sufrido otros en localidades cercanas», añadió el director general del club.

Enfado de la plantilla

Mientras tanto, los problemas económicos en la plantilla, a la que se les adeudan varias mensualidades, van en aumento, aunque a los jugadores se les ingresó hace días una pequeña cantidad para que no se puedan marchar y desmantelar la plantilla en este mercado de enero. «Algunos que no pueden pagar el alquiler de este mes, otros compañeros que se juntan en pisos porque ya no tienen colchón económico. La plantilla nos hemos comprometido a todo, pero ya no podemos más. Estamos hartos de excusas y engaños», se lamentaba Gorka Santamaría, uno de los pesos pesados del vestuario en una entrevista en El Correo.

La llegada del grupo inversor representado por Diego García no ha sido la solución que esperaba la afición del conjunto pacense. Antes del partido ante el San Sebastián de los Reyes del pasado miércoles, los seguidores se manifestaron a las puertas del estadio contra la nueva propiedad, concentración que fue respaldada por los futbolistas. Aunque sigue sin desvelarse la identidad del futuro propietario, la figura de Luis Oliver, que fue inhablitado por su gestión en el concurso del Betis, aparece en muchas quinielas. Ayer, la plantilla y el cuerpo técnico volvieron a movilizarse junto a la afición pacense para mostrar su rechazo a la nueva propiedad. «Nunca la conocí y nunca me hicieron partícipe de otra negociación aparte de la de Tafur . El oscurantismo ha hecho que nos temamos lo peor», afirmó 'Dupi' ante los medios.

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