El fútbol español se abre paso en China pese al coronavirus

Un grupo de 22 entrenadores españoles forman a niños en la ciudad china de Wuhan, además de traer a parte de ellos a nuestro país para jugar, aprender el idioma y hacer una inmersión cultural

Inmersión en España: Un grupo de niños chinos se congregan en el RCDE Stadium para ver el partido Español-Betis en un viaje de adaptación a nuestro país ABC

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Con tanto peso en la genética, era difícil que Pedro Morilla no acabara en el mundo futbolístico. Su abuelo fue entrenador del Betis y su padre asistente técnico sanitario, también del club verdiblanco, por lo que lo suyo «v iene de serie », dice este sevillano de 47 años que traspasó la frontera del equipo andaluz (donde fue entrenador y estuvo en la dirección deportiva) y se llevó su pasión por el fútbol al Sevilla, al Écija (donde coincidió con Rafael Gordillo) , al Talavera Club de Fútbol, al Real Murcia, al Real Burgos y al Ciempozuelos de Madrid, su último destino como futbolista antes de pasar a dedicarse de lleno al entrenamiento .

Lo hizo, « por pura pasión » con la cantera del Betis, Talavera, Marchamalo (Castilla- La Mancha) y en el Granada, donde también fue secretario técnico, y sin saber que se convertiría en su último destino laboral en España . A la ciudad de La Alhambra se trasladó con su mujer y el más pequeño de sus hijos, « que ya le está dando también a la pelota », dice Morilla orgulloso, cuando el verano pasado, de pronto, sonó el teléfono y los planes cambiaron por completo. A Morilla le esperaba un enorme proyecto en China, concretamente en Wuhan .

Pocos conocerían dónde está esta ciudad y menos aún sabrían pronunciar su nombre si no fuera por haberse convertido en la «zona cero» del brote de coronavirus que hizo enmudecer al mundo entero desde el pasado mes de diciembre. España vivió más de cerca lo que pasaba a más de 9.000 kilómetros de distancia, en parte, a través de Morilla (y otros ocho entrenadores españoles que fueron repatriados de la ciudad china el pasado viernes 31 de enero). Morilla aterrizó en esa ciudad desconocida para ejercer de director deportivo del Wuhan Shangwen Three Town . Actualmente, son 22 los entrenadores de nuestro país (de Barcelona, Madrid, Galicia, Jaén, Sevilla…), coordinados por Morilla, y que llevaron a estas lejanas tierras su modo particular de ver el fútbol, el que entienden ellos, el que los define, en definitiva, el que se juega en España. « Un fútbol elaborado, combinativo, asociativo...tiene lo mejor para poder transmitirse », explica Morilla.

Un chino «enamorado» del fútbol español

El «enamorado» del fútbol español y quien le dio vida a este proyecto fue Ma Dong , un joven chino que lleva más de diez años en nuestro país. «Le gustó nuestro fútbol y buscó una ciudad china donde pudiera poner en marcha su proyecto. Así eligió Wuhan, donde el dueño del club también buscaba un socio y fue entonces cuando nació la simbiosis », explica Morilla, que especifica que el inicio del proyecto (apoyado por la Federación de Fútbol de Wuhan) coincidió también con la época «dorada» del fútbol español , cuando la selección triunfaba en el Mundial y sumaba Eurocopas.

Pero el proyecto no se desarrolla solo en China. A través de Nama Sports, la empresa barcelonesa de Ma Dong, las jóvenes promesas asiáticas aterrizan en España para seguir evolucionando y, al mismo tiempo, hacer una «inmersión cultural» en España . «Llegan aquí unos treinta niños de 13 años y se quedan hasta los 18 para competir a un nivel más alto, por eso traemos a los mejores. Es una oportunidad para que aprendan castellano, se empapen de nuestra cultura y se integren ; aparte de que les transmitimos a los padres que el fútbol puede llegar a ser una salida profesional buena, siempre que no dejen los estudios », explica Morilla que recuerda el esfuerzo que hizo cuando era futbolista profesional y estudiante de Educación Física a la vez. «Es un sacrificio, sí, pero les viene bien».

Enseñar valores

Tomar del fútbol lo mejor de sí, es decir, los valores de equipo, es como entiende su trabajo con los chavales Antonio Sevillano , entrenador de la cantera Shangwen. Desde sus comienzos, y generación tras generación, Sevillano optó por una formación basada en el desarollo integral de los futbolistas de élite. Este sevillano nacido en Marchena consolidó su carrera en la cantera del Real Betis durante una década formando jóvenes talentos y desarrollando puestos de responsabilidad deportiva.

Morilla lo convocó y, posteriormente, sumó al proyecto a José Antonio Maldonado , Manuel Vela y Óliver Cuadrado (todos ellos pasaron la cuarentena junto a Morilla en el Hospital Gómez Ulla ). Sevillano recalca cada vez que habla la importancia de los valores del deporte y, concretamente del fútbol. « La formación deportiva del futbolista tiene que ir de la mano de su formación en valores , como el esfuerzo, el compañerismo y la solidaridad. Este trabajo supone una gran responsabilidad porque estás formando futbolistas y, al mismo tiempo, personas . Este deporte , que es colectivo, permite que la formación en valores de los niños los pongan en práctica no solo en el campo sino también fuera de él», explica Sevillano.

De izq. a dcha.: el director deportivo, Pedro Morilla con entrenadores chinos, Daniel Carmona y Antonio Sevillano (ambos formadores españoles ) ABC

La competitividad de los niños

Son estos valores los que también transmite Morilla en sus charlas en los colegios chinos en los que trata de «convencer» a los padres de que hay algo más que transmitir a los niños, aparte de un gran sentimiento de competitividad para sacar buenas notas y entrar a la mejor universidad. « En China los padres son reacios a que hagan deporte a edades tempranas porque la competencia académica es tan grande que no les interesa otra cosa . Lo que busca Ma Dong es precisamente que los niños de Wuhan aprendan a jugar al fútbol y tengan otra vía de escape», explica Morilla. Actualmente hay más de 700 niños en la cantera en Wuhan, 60 entrenadores en la ciudad, mientras que dentro de nuestras fronteras se forman 150 niños con má de 20 entrenadores, algunos de ellos chinos, porque también se los forma a ellos.

Mientras Morilla espera volver a Wuhan, sigue trabajando a la distancia. Él y el resto de entrenadores envían «deberes», tanto a futbolistas como a entrenadores. Este sevillano confiesa echar de menos a su gente e incluso la ciudad . Todos los entrenadores viven en una gran urbanización privada « con bloques de treinta pisos, a cinco minutos de donde entrenamos y con zonas comunes, gimnasio, supermercado, colegio y amplias zonas verdes ».

«Es una ciudad bonita y muy alegre, da mucha pena que estén pasando por esto», sentencia Morilla que reconoce que no fue solo a enseñar, sino también a aprender, sobre todo culturalmente: «Hay que adaptarse a su manera de pensar, que es lo principal cuando vienes de afuera, queremos egoístamente que se adapten a nosotros y es al revés. Podemos ser de ayuda en la manera de entender el fútbol y en los métodos de entrenamiento pero si intentas imponer en lugar de convencer estás muerto ».

Ciudad deportiva de Wuhan ABC
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