Liga de Campeones
Champions con público, Champions sin público ¿Es justo?
La Liga de Campeones imita el modelo de la Euroliga, que ya ha encontrado el rechazo de varios equipos y las críticas de Pablo Laso
La fase previa de la Champions terminó el pasado miércoles y se jugó por completo sin aficionados, y la propuesta inicial de la UEFA era que también se disputase así la fase de grupos, como publicó este periódico la pasada semana, pero finalmente no será así. El máximo organismo del fútbol continental ha cambiado a última hora de idea y, tras el éxito de la Supercopa de Europa y la insistencia de los países que ya aceptan la entrada de público, ayer anunció que permitirá hasta el 30% del aforo en los partidos de la Champions y de la Europa League, siempre y cuando lo permitan las autoridades locales.
«Tanto la admisión de los aficionados como el límite de la capacidad están sujetos a la decisión de las autoridades locales. Los partidos UEFA no podrán jugarse con espectadores allá donde las autoridades locales no lo permitan, y el límite del 30% de la capacidad sólo puede alcanzarse cuando el límite establecido por las autoridades locales no sea inferior, en cuyo caso, se aplicaría dicho límite. Los aficionados visitantes no podrán entrar a los partidos», explicó la UEFA en un comunicado.
Libertad a cada país
La idea primitiva era priorizar el aspecto sanitario y que todos los participantes jugaran con las mismas condiciones. Por eso, como había países que sí permitían público y otros que no, lo más equitativo era establecer esta primera fase a puerta cerrada y esperar a la evolución de la pandemia para repensar esta medida de cara a los cruces, ya por el mes de febrero, pero finalmente la UEFA ha considerado que hay que dejar libertad a cada país para tomar la decisión que estimen más oportuna dentro de sus fronteras: «Este es un primer paso sensato que pone la salud de los aficionados en primer lugar y respeta las leyes de cada país. Aunque todos nos enfrentamos a un enemigo común como es el Covid-19, los diferentes países tienen distintos enfoques y desafíos en un momento dado. Esta decisión permite mucha más flexibilidad local que antes para tratar la admisión de los aficionados, respetando siempre la evaluación de las autoridades locales», explicó Aleksander Ceferin.
El presidente de la UEFA cree que permitir público es mandar un mensaje de esperanza a la sociedad y al mundo del fútbol, y explica que en Europa ya hay 27 países que permiten el acceso de aficionados: «Esta decisión posibilitará un planteamiento coherente país por país y no competición por competición, lo que a veces resultaba difícil de entender para los aficionados. En estos tiempos difíciles, es importante devolver la esperanza y la pasión a los aficionados y les instamos a que se comporten de forma adecuada y respeten las medidas sanitarias vigentes», argumenta el jefe de la UEFA.
La decisión traerá polémica porque de los cinco países más fuertes de la Champions , dos de ellos (España e Inglaterra) no admiten público en sus ligas, y otros tres (Alemania, Francia e Italia) sí lo hacen. Entre todos ellos suman 20 de los 32 equipos de la Liga de Campeones: «Aunque haya anunciado esto la UEFA, nosotros creemos que estando como está aumentado el número de contagios en toda Europa, no será sencillo ver público en la Champions», explicaron ayer fuentes del Real Madrid a este periódico. «Desde el Barcelona hemos adoptado un criterio de mucha prudencia y seguirá siendo así», decían a ABC desde el club azulgrana. En la Euroliga va a suceder algo parecido, y Pablo Laso ya ha mostrado su enfado: «Me parece injusto. O todos con publico o ninguno».
En España, el CSD ya dejó claro en boca de su mandataria, Irene Lozano, que veía muy complicado que los partidos de fútbol volvieran a abrir sus puertas a los aficionados hasta 2021. En estos momentos nada ha cambiado y nada hace pensar que esta decisión se pueda modificar, pero de aquí a veinte días que comienza la Champions tendrá que pronunciarse de nuevo para que los equipos españoles sepan a qué deben atenerse en la competición continental.
Sorteo con trampa
Mientras, en lo meramente deportivo, los ochos grupos de la Champions quedaron ayer sorteados y con cierta benevolencia para los equipos españoles, aunque con matices. El sorteo deparó un enfrentamiento de alto voltaje entre Barcelona y Juventus. Tres años después, habrá de nuevo un Messi contra Cristiano. Los dos mejores jugadores de la historia, frente a frente, aunque en esta ocasión el luso con la camiseta bianconera. El equipo azulgrana quedó emparejado también con el Dinamo de Kiev y el Ferencvaros
El Real Madrid también tendrá como contrincante más duro un combinado italiano: el Inter de Conte, subcampeón de la Europa League y aspirante a ganar el Scudetto. Lautaro y Lukaku en Valdebebas, pero también Achraf, que regresará a la que fue su casa tantos años. El Shakhtar Donetsk y el Borussia Monchengladbach completan el grupo de los de Zidane. No hay ningún coco, pero son todos rivales de clase media-alta que le pueden dar un susto a los blancos. Grupo trampa.
El Atlético tendrá una roca delante con el Bayern, actual campeón de Europa, pero Salzburgo y Lokomotiv de Moscú son dos equipos que no deberían complicar el pase a octavos de los de Simeone. Lucas Hernández, vendido al equipo alemán en el verano de 2019, volverá al Metropolitano. Accesible la clasificación, pero muy complicado hacerlo como primero de grupo.
El último participante español, el Sevilla , tendrá al renovado Chelsea como rival más duro. El equipo londinense es el que más dinero se ha gastado este verano en fichajes y ofrece muy buenas sensaciones, pero todavía tiene que pulir su engranaje. El Stade de Rennes tienen alguna opción de pelear el pase, y su presencia en el Pizjuán servirá para ver en España a Camavinga, uno de los objetivos del Madrid para el próximo verano. El Krasnodar ruso será el rival más débil del grupo.
