Los jugadores del Barça, cabizbajos tras encajar el gol del empate
Los jugadores del Barça, cabizbajos tras encajar el gol del empate - REUTERS
LIGA BBVA / JORNADA 31

Ocasión perdida del Barça

Desaprovecha un 2-0 tras un arranque fulgurante y permite que un buen Sevilla le remonte el partido. El Madrid, a dos puntos

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El Barcelona pudo sentenciar la Liga en el Pizjuán, pero lo que acabó haciendo fue reabrirla y desperdiciar dos puntos de renta. Obtuvieron dos goles los azulgranas tras media hora de juego primoroso y se dejaron comer el terreno por un valiente Sevilla, que terminó igualando el marcador y mereció hasta más en la recta final. La competición se aprieta y el Madrid se acerca a dos puntos con 21 por disputar.

[Así hemos contado el partido]

Salió el equipo de Luis Enrique consciente de lo que había en juego. La zaga azulgrana estaba muy atenta en todo momento a las jugadas de ataque sevillistas y se avanzaba continuamente a los delanteros. Emery planteó una presión asfixiante de inicio, intentando incomodar al Barça, pero bien pronto se pudo comprobar que no iba a funcionar.

La velocidad en la circulación del balón azulgrana era enorme, casi como en los mejores tiempos de Guardiola, y la presión se sorteaba con combinaciones muy rápidas al primer toque.

No es habitual ver a un Barcelona tan enchufado desde el inicio. Es el de Luis Enrique un equipo que suele ir de menos a más, pero en el Pizjuán quería dar un golpe a la Liga. Su propósito empezó a cumplirse antes del primer cuarto de hora, cuando Neymar cambió la orientación del juego y le cedió el balón a Messi, que se inventó un gol tras un recorte. Sergio Rico solo pudo mirar y lamentarse. Lo hace fácil el argentino, pero la precisión que alcanza con su zurda es de todo menos fácil.

Recorta Banega

El Sevilla se iba apagando poco a poco. No había ni rastro de la presión y Bravo vivía una noche plácida en su portería. Enfrente, el tridente azulgrana se desplegaba cada vez que olía peligro. Suárez tiraba desmarques y generaba espacios para que Messi y Neymar los aprovecharan. En una de esas acciones, Krychowiak derribó al uruguayo al borde del área y el brasileño aceptó el ofrecimiento de la «Pulga» para colocar otra vez el balón en la escuadra de un impotente Rico. Eran minutos en los que el Barcelona disfrutaba de sus mejores minutos de fútbol en todo el curso y el marcador así lo reflejaba.

Pero el segundo tanto azulgrana curiosamente despertó al Sevilla, que puso una marcha más al partido y también aprovechó cierta relajación de su rival. Iborra no acertaba en la primera llegada real con peligro de los de Emery. Minutos después, Banega probaba desde fuera del área, Bravo no estaba demasiado acertado y el Pizjuán se volvía loco con el gol del argentino. Soñaba con la remontada.

Había tenido la oportunidad el Barça de sentenciar el partido y encarrilar media Liga, pero el Sevilla seguía vivo, muy vivo. Mucha más equilibrada la segunda mitad, fue creciendo el equipo de Emery, que intuía dudas en el rival. El Barça se defendía con orden, pero las llegadas sevillistas se multiplicaban poco a poco y Bacca empezaba a ser una pesadilla para la zaga azulgrana.

No enganchaba tampoco el Barcelona ninguna contra con la que sentenciar. Los minutos se iban consumiendo pero el peligro iba creciendo en el área de Bravo. Los de Luis Enrique jugaban con fuego y se quemaron. Piqué perdió un balón sin sentido, Vidal lanzó la contra y Gameiro la remató. Un empate que hacía más justicia a lo visto en el terreno de juego. Un empate que agita la Liga.

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