La multinacional McLaren

La pregunta parecía procedente y necesaria desde que cualquier punto de vista para Fernando Alonso en su regreso a McLaren. «¿Cómo has encontrado la atmósfera del equipo después de siete años?», le llovió la cuestión. Tiempo atrás, el español y su actual escudería rompieron por las bravas en un divorcio sonado, de esos que dejan huella y mella. Alonso, que ha cumplido 33 años y afronta una serena veteranía en la F1, respondió con mesura. «La atmósfera ha cambiado, es más internacional, hay gente de muchos países y eso se nota a la hora de trabajar. Yo también he cambiado. Ya no tengo 25 años».

En McLaren sigue al mando Ron Dennis, como en 2007, pero la confluencia de intereses ha propiciado no sea exclusivamente inglés, como entonces.

Honda tiene un ejército de ingenieros y empleados en el circuito de Jerez y está volcada con la Fórmula 1 y McLaren. Alonso se declara un gran admirador de la cultura nipona.

El jefe del equipo es Eric Boullier, ingeniero aeronáutico francés que ha escalado peldaños en la Fórmula 1 en breve espacio de tiempo. Debutó hace unas temporadas en Lotus, de la mano de Gerard López, y fue fichado por McLaren la pasada campaña para reflotar la compañía. Ha sido el interlocutor del equipo para fichar a Alonso.

Y en los puestos de mando está Peter Prodromou, el diseñador del coche criado en la escuela de Adrian Newey, el inventor del Red Bull ganador. De origen chipriota, el ingeniero tiene un origen mediterráneo en su dni inglés.

No es aquel equipo McLaren de 2007, con personal cien por cien británico en un deporte puramente inglés y un piloto emergente de la misma nacionalidad (Hamilton). «Se respira otra atmósfera», resume Alonso.