Sierra Cameros-Demanda, la joya escondida de La Rioja

La Rioja tiene nombre de vino, pero no todo son tierras de viñas. Los límites de la Reserva Regional de Caza Cameros-Demanda han sido la referencia para esta ruta cinegética. Situada en La Rioja, la Sierra Cameros-Demanda tiene una extensión de 107.562 ha. La Cordillera Ibérica se extiende a lo largo de toda la reserva. Está formada por una serie de sierras alineadas en sentido oeste-este y que disminuyen en altitud hacia el este: Sierra de la Demanda y San Lorenzo (2.271 m), Sierra de Urbión (2.228 m), Sierra de Cebollera (2.146 m) y Sierra del Hayedo de Santiago (1.758 m). Paralelamente al recorrido de los ríos principales se sitúan también una serie de alineaciones más bajas con orientación SO-NE, que desempeñan, junto a las sierras más elevadas, un importante papel en las condiciones climatológicas de la sierra. La red fluvial se encuentra encajada dando lugar a valles profundos de grandes pendientes.

La situación al sur de la mitad occidental de la cuenca del Ebro, relativamente próxima al Mar Cantábrico y separada del mismo por las montañas vascas con una altitud baja, en comparación de la Cordillera Cantábrica y los Pirineos define sus características climatológicas. La producción de bellota es totalmente determinante para una buena productividad cinegética, fundamentalmente para el jabalí.

Las masas de quercíneas productoras de tan valioso fruto son robledales y encinares . Entre los primeros podemos encontrar rebollares, quejigares y robledales de roble albar. Unas 15.700 hectáreas son de rebollo, seguido de unas 18.000 ha de pinares de pino, masas de quejigares con 15.000 ha y hayedos con una superficie de 14.000 ha, que constituyen la vegetación forestal dominante en la zona, que se completa con encinares, bosques mixtos de caducifolias, aulagas y enebrales montanos, estrepales, brezales, biercolares de montaña y escobonales. El aprovechamiento de los pastizales situados en la reserva se caracteriza por ocupar una gran extensión territorial; el aprovechamiento a diente viene condicionado por factores climáticos, topográficos o edáficos, y sobre todo de manejo de ganado. Se observa un descenso en la cabaña ganadera de ovino y caprino y una sustitución por ganado vacuno y caballar.

En la zona existe una reserva regional de caza y ocho cotos sociales. Las especies cinegéticas que podemos encontrar son: el corzo, siendo cazado exclusivamente mediante la modalidad de rececho de trofeo, existiendo una disminución acentuada de los trofeos medallables debido principalmente al elevado porcentaje de muerte en animales adultos de esta especie por la enfermedad parasitaria causada por el díptero Cephenemyia stimulator; las capturas bajaron también desde la temporada cinegética 2010-11 a la temporada 2016-17 debido al brote de sarna sarcóptica (desde esa temporada a la actual se observa un incremento en las capturas ya que las poblaciones de ciervos se han recuperado de dicha enfermedad); jabalíes, entre los que se ha producido una decadencia en los últimos años de capturas; lobo, prohibida su caza ; caza menor, donde encontramos perdiz roja, pocas becadas, palomas que se cazan en puestos fijos, conejo, liebre, zorro y córvidos.

En la zona existen los planes de recuperación de la perdiz pardilla, el águila perdicera , el cangrejo de río autóctono y el visón europeo. Además de los planes de conservación del alimoche y del desmán ibérico y la flora silvestre catalogada como amenazada, el loro o laurel de Portugal, grosellero de roca y la androsela riojana. Esta zona está incluida dentro de la Serranía Celtibérica, una amplia zona en torno al Sistema Ibérico Central conocida como la ‘Laponia española’ por tener una densidad de población inferior a los 8 habitantes por kilómetro cuadrado.