Mallet intenta zafarse de la defensa blanca
Mallet intenta zafarse de la defensa blanca - efe
Copa del Rey

Festival de triples camino de la final

El Real Madrid venció al Juventud en un partido en el que los blancos establecieron un nuevo récord de triples en la Copa

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De las enseñanzas que sacó el Real Madrid del final de la temporada pasada la más importante es la de dosificar cada esfuerzo. Medir las fuerzas. No gastar ni un gramo de más. Las derrotas en la Euroliga y la final ACB después de un año espectacular, obligaron a hacer un examen de conciencia y Laso encontró en la falta de energía la causa principal del postrero fiasco blanco. Por eso, este año mide cada minuto pensando en los títulos. Sin acuñar récords. Pensando en la gloria. [ Estadísticas del Real Madrid-Juventud]

Las rotaciones llevaron al técnico vasco a poner un cinco inusual para comenzar el duelo ante el Juventud, con dos bases puros como Llull y Sergio Rodríguez.

El recurso, habitual en momentos puntuales de los partidos, se le atragantó de inicio al Real Madrid. Los triples de Rudy y Llull fueron un espejismo ante la mejor puesta en escena del Juventud, que encontró en Savané a su mejor aliado para comenzar a soñar con la final.

El senegalés rememoró sus mejores momentos en Gran Canaria. Años y años metiendo canastas al albor de la afición amarilla, que ayer coreaba su nombre como si volviera a estar defendiendo los colores del Herbalife. Savané lideró un parcial de 10-0 con el que el Juventud amasó su primera ventaja en el marcador (15-10, min. 6). Anecdótica, pero significativa al mismo tiempo. Una muestra de que los verdinegros iban a vender cara la derrota.

Festival de triples

El baile de pívots en el Real Madrid en busca de un antídoto para Savané no afectó a Rudy Fernández, el mejor jugador de esta Copa hasta el momento. Atraviesa el balear uno de esos momentos dulces en la carrera de cualquier jugador. Maduro y centrado, el alero madridista rebosa confianza, como demuestran los tres triples que anotó en el primer cuarto, con los que evitó males mayores para el equipo blanco.

La segunda falta personal le llevó rápido al banquillo y por ahí encontró un alivio el Juventud. De la mano de un sensacional Mallet y con Álex Suárez y Savané haciendo daño en la zona, los de Salva Maldonado pusieron patas arriba el Gran Canaria Arena (50-44) y encendieron las alarmas en el banquillo de Laso, que por entonces ya había utilizado a todos sus jugadores sin encontrar la tecla adecuada. Lo único que le seguía funcionando a los blancos era la inspiración en el perímetro. Al acierto de Rudy se sumaron Llull y Nocioni y entre los tres anotaron ocho dianas que mitigaron un poco el dominio verdinegro en la zona (52-46).

El Juventud, que había eliminado al anfitrión en cuartos de final, soñaba ahora con dar otra campanada mayor dejando fuera al campeón. Una ilusión rota de golpe nada más volver de los vestuarios. Ayón y Felipe Reyes salieron dispuestos a reconquistar la zona y por ahí comenzó la reacción blanca. Los dos pívots se multiplicaron en defensa y en ataque para cimentar un parcial de 20-2 (54-66, min. 25) con el que el Madrid empezó a pensar en la final. En los títulos.

Volvió la calculadora de Laso, más pendiente ya del partido del día siguiente que de aumentar la distancia en el marcador. Un cambio de filosofía que no terminan de entender sus jugadores, insaciables, que establecieron un nuevo récord de triples en la Copa del Rey (15) y que hoy buscarán, ante el Barcelona, el segundo de la temporada tras la Supercopa.

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