WaterpoloEspaña se conforma con la plata ante un rival inabarcable

Estados Unidos vence de manera contundente a la selección en una final del Mundial que se resolvió tras el descanso (13-6)

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Para superar a Estados Unidos, el único rival que se le había atragantado a España durante el Mundial, la selección necesitaba apelar al corazón. En el horizonte se veía el metal dorado que las españolas lograron hace cuatro años en Barcelona y que ayer volvían a tener al alcance de la mano. Para lograrlo, Bea Ortiz buscó en su videoteca particular y encontró la motivación que necesitaba. Consciente de la superioridad técnica de las americanas, la española reunión a sus compañeras antes de la final y apagó las luces. En la pantalla, la imagen de Al Pacino exigía un esfuerzo adicional. «Ganar, pulgada a pulgada», exigía el actor encarnando la charla de un técnico a sus jugadores antes de una gran final en la que partían sin apenas opciones y que, como suele ocurrir en Hollwood, terminaba con final feliz.

No fue el caso de la selección española, que tras un buen arranque, se fue diluyendo con el paso de los minutos. Las chicas de Miki Oca fueron incapaces de mantener la intensidad del inicio, en el que sí tutearon a las actuales campeonas del mundo.

La lucha de España se reflejó en la piscina desde el primer esprint, que fue una lucha en sí mismo. Esa primera «pulgada» cayó del lado español, pero fue un espejismo. A las de Oca les costaba un mundo encontrar la portería americana, aunque la buena labor defensiva mantenía la igualdad en el marcador. Al tanto inaugural de Seidermann, le siguió la réplica de Bea Ortiz con grito al cielo de Budapest incluido para soltar los nervios y seguisoñando con el oro.

Una medalla que comenzó a escaparse en el segundo cuarto, cuando la selección se encontró con un parcial final de 2-0 que ponía una losa muy pesada en el electrónico antes del descanso (5-3). Hasta entonces, había sido la puntería en las superioridades la que había marcado la diferencia. España solo había acertado con una de ellas, mientras que Estados Unidos solo había errado en una de esas ventajas. Pequeños detalles. «Pulgadas» que se escapaban, aunque aún había esperanza.

Un parcial demoledor

Miki Oca pasó revista en el descanso. Pidió un último esfuerzo y apeló al orgullo. Por la mente de todas las chicas pasaron las imágenes de la concentración que Anni Espar les había mostrado en cuartos de final. Fotografías de esfuerzo y lucha. De sufrimiento. Fueron el impulso para intentar la remontada. Triunfo con el que se soñó de manera fugaz tras el gol de la propia Espar que apretaba el marcador (5-4) nada más volver del descanso.

Al tanto español le siguió un parcial demoledor de su rival. Cuatro goles que fueron cuatro mazazos en la línea de flotación de la selección. Arañazos que desgarraron ese corazón indomable que las chicas de Oca sacan a relucir cada vez que saltan a la piscina. Neushul y Fattal lideraron ese parcial que derrumbó de manera definitiva a España (9-4). A partir de ese momento, el partido fue un suplicio para la selección, incapaz de contener a las americanas.

De nada sirvieron los cambios y las variaciones tácticas, porque la selección había bajado los brazos definitivamente. Bandera blanca ante un equipo superior que, por ahora, se le resiste a la selección.

El talento de las estadounidenses se impuso a la juventud del equipo español. Tras el berrinche inicial queda la alegría por ver cómo esa renovación iniciada después de la plata de los Juegos Olímpicos de Londres va poco a poco dando sus frutos. Laura Ester, una de las «veteranas» del equipo a sus 27 años, y Paula Leiton, con solo 17, fueron incluidas en el equipo ideal del torneo. La mejor muestra de que hay futuro y de que habrá más opciones para conseguir derrotar a Estados Unidos y volver a saborear un oro que ayer voló lejos de España.

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