Operación Puerto

Tres jueces deciden si las bolsas de sangre hablan

Hoy destruyen o salvan las 211 bolsas de los clientes de Eufemiano sospechosos de dopaje

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Tres jueces de la Audiencia Provincial de Madrid tienen en su mano resolver el misterio que acompaña al deporte español desde hace diez años. Hoy está previsto que, a las 11:30 para las partes personadas y a las 12:30 para la prensa, comuniquen el destino final de las bolsas de sangre de los clientes de Eufemiano Fuentes que permanecen congeladas y sin abrir en el Hospital del Mar de Barcelona, en su laboratorio antidopaje. Son deportistas sospechosos de dopaje que se han parapetado en el anonimato y en la exasperante lentitud de la justicia española. Si los magistrados deciden entregar las sacas de sangre de la Operación Puerto a las autoridades deportivas (el Consejo Superior de Deportes o la Agencia España Antidopaje), se podría esclarecer al fin uno de los mayores agujeros negros del deporte en España.

La sección primera de la Audiencia Provincial de Madrid transmitió ayer a las partes acusadoras (abogacía del Estado, fiscalía, Agencia Mundial Antidopaje, Comité Olímpico Italiano, Federaciones ciclistas, Jesús Manzano...) el final de este proceso. Les comunicó que hoy habría sentencia. Diez años a vueltas con las bolsas de sangre descubiertas el 23 de mayo de 2006 en arcones frigoríficos propiedad de Eufemiano Fuentes.

En 2013 se celebró el juicio oral de la Operación Puerto por un delito contra la salud pública, no por una violación de la normativa antidopaje, y la juez Julia Patricia Santamaría condenó al doctor Eufemiano Fuentes a un año de prisión y a su ayudante Ignacio Labarta a cuatro meses. Absolvió a los directores ciclistas Manolo Saiz y Vicente Belda y a la doctora Yolanda Fuentes, hermana del gurú canario. Y ordenó la destrucción de las 211 bolsas de sangre de los clientes del médico al que acudían para incrementar su rendimiento deportivo con la sangre enriquecida y un calendario de dopaje. Las partes acusadoras no aceptaron la sentencia, sobre todo por la destrucción de la sangre, y presentaron un recurso en la Audiencia Provincial.

Las sacas de sangre con los apodos descriptivos de Eufemiano Fuentes (denominaba a la mayoría con el nombre del perro del deportista) han pernoctado durante una década en el laboratorio antidopaje de Barcelona. La Guardia Civil identificó a 58 deportistas, todos ciclistas, algunos de ellos extranjeros que venían a doparse a España por la antigua laxitud de las leyes. Solo cinco fueron sancionados. Ninguno en España. Ullrich (su apodo en la bolsa era Hijo de Rudicio) y Jacksche (Bella) en Alemania, Valverde (Piti), Basso (Birillo) y Scarponi (Zapatero), en Italia.

Pero en el sumario del caso y en el juicio oral quedó constancia que no solo había ciclistas en la red de Eufemiano. También adiestraba a atletas. Su vinculación con el fútbol podría extenderse a partir de las siglas RSOC que aparecen en el sumario y que se corresponderían con la Real Sociedad.

Fuentes consultadas por ABC se han extrañado de la tardanza en redactar el fallo que hoy se conocerá, ya que los tres jueces de la sección primera de la Audiencia de Madrid formalizaron la votación y el fallo el pasado 22 de noviembre. Desde entonces han pasado siete meses, pecata minuta comparada con los diez años de la OP.

A pesar de que los posibles delitos han prescrito en España, no está claro que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) vaya a dejar de lado el asunto, ya que podría haber numerosos deportistas internacionales en las bolsas.

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