Hortelano se doctora frente a Usain Bolt

Los únicos ídolos de Bruno Hortelano cuando era un niño aparecían en los libros que leía. Huérfano de mitos y de leyendas deportivas –solo le apasionaba la velocidad de Donovan Bailey–, el español soñaba con las estrellas. Pero con las de verdad. Muchos años después, los planetas aún le quedan lejos, pero ha alcanzado las estrellas y es una más como demostró ayer en Londres.

Por primera vez en su carrera, el recordman español de 100 y 200 metros –campeón de Europa hace solo dos semanas– se medía a los mejores del mundo, incluido un Usain Bolt receloso. El jamaicano necesitaba una marca aceptable para su país le confirmara dentro del equipo olímpico tras no haber podido participar con normalidad en los clasificatorios por una lesión.

«Tuve un ligero retroceso, pero he progreso bien», reconocía antes de la carrera de Londres, la última antes de los Juegos de Río.

Bolt era la atracción del tartán en la prueba final de la «Diamond League» de Londres. Esos 200 metros a los que Hortelano había sido invitado para formar parte de las estrellas, entre las que ya es una más desde que se coronó campeón de Europa. El hecho de que su marca fuera la peor de todos los participantes no le intimidaba. Al contrario. Resultaba un acicate más para buscar la mejora y acercarse a los 19 segundos. La barrera insalvable por ahora. La que persigue desde hace años. En la pista, junto al español y Bolt estaba también el francés Lemaitre, el único atleta blanco que ha bajado de los diez segundos en los 100 metros. El otro reto en el horizonte de Hortelano, decidido a convertirse, sin tardar mucho, en el segundo en lograr esa hazaña.

Mientras llega ese momento, Hortelano no sueña. Actúa. Ayer en Londres volvió a demostrar su progresión. En una carrera marcada por dos salidas nulas, pulverizó su propio récord de España y dejó claro que no tiene límites. Desde la calle exterior, separado por otros dos atletas de la estilizada figura de Bolt, el español paró el crono en 20.18 para cruzar la meta en cuarta posición por delante de Lemaitre. La carrera, como era de esperar, la ganó el jamaicano con 19.90, marca más que suficiente para estar en Río, donde habrá otro duelo con Hortelano, ya con las medallas en juego. Un cara a cara de verdad, sin balas de fogueo como las de ayer en Londres.

Beitia apunta alto en Río

La otra española en Londres partía como favorita en su prueba y cumplió con el guión, lanzando un mensaje a navegantes antes de Río. Lo de Ruth Beitia no es una segunda juventud, porque nunca se fue. La cántabra, campeona de Europa en Amsterdam dos semanas atrás, atraviesa el mejor momento de su carrera y en Londres lo dejó muy claro. Además de lograr el tercer triunfo consecutivo en la «Diamond League», la española igualó su mejor marca del año al saltar por encima de 1,98 metros.

Fue la única que lo consiguió tras un concurso inmaculado que solo encontró dificultades sobre esa altura. Con el triunfo en la mochila, Beitia intentó los dos metros, pero ese reto tendrá que esperar hasta Río.

Aunque la noche estaba destinada para la reaparición de Bolt, los focos los atrajo Kendra Harrison. La atleta estadounidense batió el récord del mundo de 100 metros vallas que ostentaba la búlgara Yordanka Donkova desde 1988, al rebajarlo en una centésima (12.20). Lágrimas para cerrar un gran mítin previo a los Juegos Olímpicos.