José Luque Teruel
José Luque Teruel - ROCÍO RUZ
JOSÉ LUQUE TERUEL

«En Sevilla hay que conservar la liturgia y los cánones del toreo»

Presidente de la Real Maestranza desde 2013, analiza los hitos de la pasada temporada

SEVILLA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ha vivido el mundo del toro desde niño. Hijo de Andrés Luque Gago -torero, banderillero y apoderado- es juez y secretario de la Asociación Nacional de Presidentes de Plazas de Toros. Dio clases de Derecho Taurino y es experto universitario en Dirección de Espectáculos Taurinos por la UNED. Ahí es donde «empezó el gusanillo». Llegó al palco de la Maestranza en 2013 como suplente pero ya tiene vivencias que contar, como el indulto de «Cobradiezmos» de esta temporada.

- ¿Cómo llega a presidir en Sevilla?

- Te elige la autoridad competente, en este caso la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía basándose en criterios de imparcialidad, conocimientos y profesionalidad. En mi caso hice los cursos y presidí en Cazalla de la Sierra.

En 2012, estuve de prácticas en la Malagueta y en 2013, llegué por la muerte de Julián Salguero. Agradezco que confiaran en mí el delegado Javier Fernández y luego mis compañeros.

- ¿Cree que es la fórmula apropiada?

- Los presidentes podrían adquirir experiencia en plazas menores e ir ascendiendo como los árbitros de fútbol. Así serían conocidos y no se cuestionarían los nombramientos. El presidente, el único que no cobra entre los asesores, veterinarios y delegados gubernativos, no tiene que ser el más aficionado, sino saber interpretar el Reglamento Taurino. Cuando un periodista me dice que soy un aficionado discreto le respondo que no estoy sentado en el tendido sino que tengo que pensar como un presidente.

- ¿Y cómo piensa un presidente?

- Es quien hace el reconocimiento del ganado, dirige el espectáculo, otorga los trofeos y sobre todo garantiza los derechos del espectador. Si rechazo un toro no pienso en si me gusta o no, sino en el que paga, que tiene que ver un espectáculo íntegro.

- Hay quienes son contrarios al Reglamento ¿qué opina

- Que no es posible. Para que se justifique el espectáculo debe estar medido y regulado, que se haga el menor daño al toro. No vale todo. La presencia administrativa es lo que legaliza. La autogestión llevaría al negocio taurino, al toro más barato, el torero el que más venda. Se perdería la lidia.

Concepto del toreo: «Los toros son emoción, verdad y grandeza. Si lo reducimos al arte perderíamos la liturgia»

- ¿Para usted qué es el toreo?

- Los toros son emoción, verdad y grandeza. Si lo reducimos al arte, perderíamos la liturgia y corremos el riesgo de que dé igual el toro que salga, que no se haga la lidia, que no se mate, que no se pique. Si perdemos la liturgia perdemos la tradición que es sobre la que se sustenta la cultura. Los toros son precisamente eso, una tradición cultural. Por ahí va la sentencia del Tribunal Constitucional con respecto a Cataluña.

- ¿Qué supone aplicarlo en Sevilla?

- En Sevilla hay que conservar la liturgia y los cánones del toreo que no se nos pueden ir por la vía del arte. Tenemos una institución histórica y hay que preservarla. Ha habido una evolución y creo que el palco se ha convertido en el rompeolas del público actual. La afición tiene que saber hacia dónde quiere llevar la Maestranza. Se nota que hay menos abonados, antes el público de Sevilla tenía personalidad, ahora hay días de ambiente festivo.

- ¿Debe cambiar el Reglamento?

- El andaluz fue el primero que nació del consenso entre ganaderos, toreros, empresarios. Inspiró a otros reglamentos autonómicos pero todo es mejorable y tendrá que evolucionar. Hay muchas ideas. Se cuestiona si hay que limitar el número de entradas a matar o los descabellos.

- ¿Qué criterios de selección sigue?

- Las visitas al campo empezaron en 2006 por la lengua azul y se han convertido en una herramienta muy útil. En Sevilla es donde mejor se selecciona, se reconocen y se emparejan las corridas de toda España. El trabajo de los cuatro presidentes no es buscar un toro grande sino un toro armónico: con trapío, bien rematado, con cara y que esté musculado. Busco un toro que no tenga mucho peso pero sí cara.

- ¿Qué destacaría de su temporada?

- Disfruté la corrida de Torrestrella y de la sabiduría en el campo de don Álvaro Domecq. El día de Juan Pedro Domecq con el Rey Emérito en el palco y en el Corpus. En la Miura, cuando cambié el tercio con dos banderillas. Lo consulté con Luis Arenas e interpreté que era una situación de riesgo. Ha sido el premio al quite providencial del doctor Vila a pesar de que hay quien no lo ha entendido.

Polémica en San Miguel: «Creo que Manzanares hizo una faena de dos orejas, pero también que en Sevilla hay que matar a la primera»

- ¿Cómo vivió el indulto?

- Me emociono al recordarlo. «Cobradiezmos» fue el primer toro que vimos en el cercado en la ganadería y fue peculiar en los corrales. Me impresionó el mugido profundo que emitió y las hechuras tan bonitas que tenía. Al salir tuvo una humillación increíble y cuando Escribano cogió la izquierda sabía que si mataba era de dos orejas. A mitad de faena pedí el pañuelo azul. Al primero que vi pedir el indulto fue a Ricardo Gallardo en la barrera del 2. Pensé en hacerlo bien, en medir los tiempos. El móvil no paraba de vibrar en el bolsillo. Luego vi que eran mensajes para que lo indultara. Fue una explosión de júbilo, veía a la gente llorar y abrazarse. Me acordé de Julián, que indultó a «Arrojado», al que no conocí. Y después de mi padre.

- ¿Lo volvería a indultar?

- Sí, mil veces que saliera de chiqueros. Nadie lo ha dudado. Si hubiera dudas, hay que aplicar el reglamento para favorecer la tauromaquia. Estoy feliz. Si no confían en mi el año próximo al menos ya he indultado un toro bravo.

- ¿Como aficionado qué le parece?

- Un toro magnífico, moderno, que duró mucho en la muleta, muy noble, de su encaste y que no fue fácil. Escribano es quien me lo enseña como algo excepcional. Arrastró el hocico por el albero porque él se quedó allí quieto.

- Luego la polémica de San Miguel.

- Creo que Manzanares hizo una faena de dos orejas pero también que en Sevilla hay que matar a la primera. Hay parte de la prensa que lo ha visto de forma muy seria y otros que me han atacado. ¿Dirían lo mismo si pasa en Madrid o en Bilbao o ven a la Maestranza como una plaza de provincia? Me opongo a que sea así, esta es es la primera plaza del mundo y el día que lo demos sin entrar a matar nos estaremos equivocando.

Ver los comentarios