Varea, en una imagen de archivo
Varea, en una imagen de archivo

Varea corta la única oreja a los victorinos en Arnedo

Paco Ureña pincha una buena faena y Curro Díaz pecha con el peor lote

ARNEDO (LA RIOJA) Actualizado: Guardar
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El joven diestro Varea cortó una oreja de un bravo y buen ejemplar de Victorino Martín en la corrida celebrada este sábado en Arnedo (La Rioja), en una tarde en la que Paco Ureña pinchó otra importante faena, mientras que Curro Díaz, con el peor lote, vio silenciadas sus dos labores.

Curro Díaz se enfrentó en primer lugar a un toro que, ya de salida, apuntó muy poquito recorrido. Ya en banderillas empezó a frenarse el victorino, lo que propició que a la faena de muleta, trufada de cositas sueltas de cierto aroma, le faltara continuidad y, sobre todo, contundencia.

No tuvo suerte con lote Curro Díaz, pues el cuarto tampoco fue nada franco, un toro que también se quedaba corto con el agravante, esta vez, que a mitad del embroque echaba la cara arriba. No estuvo nunca a gusto el de Linares, que acabó desistiendo tras probarlo únicamente por el pitón derecho. Lo mejor, la estocada final.

El primero de Ureña fue un buen toro, noble y repetidor, desplazándose, además, por abajo. El de Lorca, que ya gustó en las cinco verónicas con las que recibió al astado, diseñó una larga interesante labor de muleta, toreando con reposo, gusto y cadencia, y haciéndolo todo en muy poquito terreno a pesar de la tendencia del victorino de buscar los chiqueros al final de su lidia. Tenía el triunfo en la mano, pero lo echó todo a perder con los aceros, dando tiempo a que sonaran hasta dos avisos.

El quinto, sin embargo, fue una prenda, que se dice en la jerga. Toro áspero y mirón, que topaba los engaños más que embestir con el que fue imposible todo intento de Ureña.

Varea se las vio con un primer victorino que protagonizó un emocionante tercio de varas. Lo tenía todo a favor el castellonense, pero se le notó el poco rodaje que atesora para confiarse y, sobre todo, acoplarse con su antagonista, al que despenó de un bajonazo infame tras un pinchazo previo.

Pero en el sexto, en cambio, llegó lo más importante de la tarde. Fue éste también el toro más serio de la corrida, ovacionado ya de salida, y que cumplió con bravura en los dos encuentros que mantuvo con el caballo. Varea, como ya hiciera en su turno anterior, brilló con el capote, aunque lo mejor estaría aún por llegar.

Y es que Varea estuvo francamente bien con este toro, que fue muy exigente, pero al que entendió a las mil maravillas, dándole distancia y mostrando mucha firmeza para acabar brillando sobremanera en el toreo al natural, en series de mucho poder y mando para crear una perfecta armonía entre toro y torero. Faena a tener en cuenta de Varea que cortó una oreja tras una certera estocada.

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