La nueva ocurrencia del alcalde de Valencia: toros a la portuguesa

Estamos ya acostumbrados a las ocurrencias de los nuevos alcaldes populistas de Madrid, Barcelona, Cádiz... Nos producen asombro, vergüenza ajena, regocijo. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís, experto en tecnología de alimentos, no se ha querido quedar atrás. Ya apuntaba maneras con el desfile de «las Reinas Magas». Ahora, al día siguiente de la pacífica y multitudinaria manifestación taurina de muchos miles de personas, que le abuchearon al pasar por delante del Ayuntamiento, ha lanzado una idea genial: corridas de toros «a la portuguesa», sin muerte del toro, para que no sufra.

Le ha contestado el ganadero Carlos Núñez, presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia:«Los políticos no pueden regular las expresiones artísticas, como la Tauromaquia

. Sólo los toreros y el público harán que evolucione».

Tras el éxito de la manifestación, la Fundación del Toro de Lidia, por su parte, ha manifestado que «la multitudinaria asistencia de aficionados y profesionales del sector ha servido para hacer visible el verdadero respaldo social que tiene el toreo, en sus distintas modalidades», y pide a los poderes públicos que escuchen la voz de la calle.

Quizá el Sr. Ribó no advierte que, en ese caso, se mataría al toro en el matadero, con menos grandeza, sin la posibilidad de ganarse el indulto, y la Fiesta perdería su sentido ritual. Como político de izquierdas, respetará la opinión de Antonio Machado: «Con el toro no se juega, puesto que se le mata, sin utilidad aparente, como si dijéramos de un modo religioso, en holocausto a un dios desconocido». Y, siendo de izquierdas y regidor valenciano –aunque haya nacido en Manresa-, podría conocer los hermosos poemas de Miguel Hernández sobre la muerte del toro en la Plaza...

«Animales importantes»

Pero esto es mucho suponer. Nos ilustra el Sr. Ribó al decir: «Los toros, unos animales importantes» (una notable aportación). Y habla de «países», en plural, donde al toro no se le mata: por mucho que amemos a Portugal, mejor sería el singular.

Al Sr. Ribó se le abre un horizonte de interesantes posibilidades: la caza con pegatinas de colores; suprimir los zoológicos y los acuarios; controlar los conejos que se sacrifican para las paellas; moderar la «mascletá» para que no sufran los oídos de los animales... ¿Cómo serían unas Fallas «a la portuguesa»?

Esa corrida «a la portuguesa», en Valencia, ¿incluiría también a los «forçados»? ¿Tendrían que vestirse los rejoneadores «a la federica»? Esperamos nuevas aportaciones del Sr. Ribó.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se ha desmarcado del asunto: «No soy un experto taurino». Una lección que otros deberían imitar. Ya lo dijo Ortega: en España, lo más revolucionario sería que cada uno hablara en público solamente de lo que conoce.