Pelayo de Grado, tocando la guitarra
Pelayo de Grado, tocando la guitarra - abc

«Del alba al ocaso», la Tauromaquia novelada por un autor de 13 años

Pelayo de Grado hace un llamamiento a la defensa de la Fiesta en un libro prologado por Enrique Ponce

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pelayo de Grado (Madrid, 2002) acaba de publicar su primera novela. «Del alba al ocaso», editada por Círculo Rojo, realiza a través de la historia de Javier Estévez «un llamamiento a la defensa de una tradición milenaria, un arte único, la libertad de mantener lo que es nuestro». El joven escritor de tan solo 13 años se enamoró de la Fiesta una tarde de agosto en Las Ventas y desde entonces ha realizado una apasionada búsqueda en el pasado, el presente y, sobre todo, en el análisis de su futuro.

El futuro de la Fiesta de los toros analizado por un chaval que vive en un entorno familiar completamente abierto en el que se habla con normalidad inglés, francés y español.

Un niño, apenas un adolescente, «madrileño de alma asturiana y sentimiento andaluz», al que le gustan el fútbol y el tenis, que disfruta del campo, que toca la guitarra y que se emociona con el flamenco. La novela no deja de ser un ensayo sobre la situación actual de la Fiesta, «un aviso a navegantes para que todos aquellos que unidos por un mismo sentimiento de apego a nuestras tradiciones seamos capaces de defenderlo hoy y aquí, para así construir el futuro que queremos para nosotros y para nuestros hijos».

Una novela dirigida «a todos aquellos que tienen afición a los toros, pero también a los que son contrarios, porque pueden encontrar un punto de vista para entender esta Fiesta».

La obra está prologada por el matador de toros Enrique Ponce, que asegura que el libro de Pelayo de Grado «nace desde la imaginación de un escritor osadamente joven, que muestra un proceso auténtico de maduración de una personalidad, la del protagonista: Javier Estévez, y la de una supuesta época» en la que la tauromaquia acaba «bajo la tiranía inquisitoria de una sociedad manipulada por unos políticos intolerantes».

El protagonista, ajeno al mundo del toro, decide ser torero. Cuenta los triunfos, la alegría y el dolor, la retirada y la vuelta a los ruedos como un maestro ya veterano, que encuentra un espectáculo mutilado de sus ritos. Sus compañeros y sus seguidores han abandonado el barco. Todo se acaba excepto la curiosidad que sus viejos relatos de gloria, de animales fieros y bravos ya casi desaparecidos, provocan en su nieto...

«Ojalá que esto -concluye Ponce- no suceda nunca, pero es un claro exponente del camino que nos quieren imponer. Es una advertencia clara de lo que puede pasar si no reaccionamos a tiempo», dice Ponce en su prólogo.

Ver los comentarios