PATRIMONIO
«Pensar que la piedra ostionera vista da categoría a una finca es una barbaridad»
El arquitecto José María Esteban presenta este miércoles ‘Nuestra querida piedra ostionera’, un estudio sobre el uso de este material de construcción tan típicamente gaditano
Es tiempo de valientes. Sólo así se explica que José María Esteban (arquitecto y columnista semanal de LA VOZ) se haya animado, en las actuales circunstancias, a autoeditar ‘Nuestra querida piedra ostionera’, un libro en el que analiza una de las señas de identidad de la arquitectura gaditana: el uso de la piedra ostionera en la construcción. Y en el que, además, denuncia el maltrato que se le está dando a este material. El libro se presenta este miércoles a las 12 de la mañana en el ECCO (Espacio de Creación Contemporánea Cádiz).
¿Hay que ser un valiente para animarse a publicar un libro en esta época?
Presentar un libro diciendo las verdades del barquero es una aventura siempre, y esto que publico es mi verdad, por la que alguno me pondrá como los trapos (ríe). Es cierto que esta época nos ha limitado mucho. Sin ir más lejos, yo iba a presentar ‘Nuestra querida piedra ostionera’ en la universidad y se ha tenido que cancelar. Pero también es cierto que la pandemia ha generado un tiempo precioso para generar bibliografía y, sobre todo, para reflexionar. Y todo este producto de la reflexión tiene que salir a la luz. En este aspecto, tengo que alabar el esfuerzo del Ayuntamiento por habilitar una sala en el ECCO en el que no podrán entrar más de 40 personas, cuando el aforo es de 120.
¿Y por qué un libro sobre la piedra ostionera?
Porque creo que era necesaria una labor informativa sobre un material que es tan típico de la Bahía y cuyo conocimiento parece que se está perdiendo. Por eso me he lanzado a la autoedición y creo que la Copistería San Rafael que es quien lo la publicado (con un excelente maquetado de Pepe Peralta) ha hecho un buen trabajo. Son más de 200 páginas a todo color, con muchas ilustraciones, más de 250, y muchos dibujos del autor, a todo color. No lo he hecho para ganar dinero, sino para contar mi verdad. Una verdad que surge de un estudio profundo y de mi preocupación al ver cómo se trataba el material.
¿Qué es lo que le preocupa de cómo se está tratando la piedra ostionera?
Que se está viendo afectada por la moda de dejar la piedra vista. Y eso supone una aberración casi siempre, pero muy especialmente en el caso de la piedra ostionera que, pese a su nombre, no es una piedra, sino un aglomerado de sílice zoomórfico formado en el lecho marino. Es un material que, cuando se somete a erosión, es muy deleznable, y que requiere siempre un tratamiento en superficie que la proteja para que perdure.
Sin embargo, en los últimos años se impone la moda de dejar vista la piedra ostionera.
Usted lo ha dicho, la moda. Y es triste porque cuando en un edificio se pica el enlucido y se deja la piedra ostionera vista tiene un efecto contagio y fincas vecinas hacen lo mismo. Pensar que la piedra vista da categoría es una barbaridad. No es casualidad que en Cádiz el 85% de piedra ostionera está pintada. De hecho, el Plan General del año 94 prohibía que la piedra ostionera estuviera vista. Cuando el material se trata bien, puede aparecer la traza del material, pero siempre protegido. Y no con meras siliconas como hacen algunos, que lo provocan es una degradación mayor.
«No he publicado el libro para ganar dinero, sino como un ejercicio de divulgación, no se había escrito antes una obra así de la piedra ostionera»
¿Qué problemas provoca el dejar visto este material?
Fundamentalmente, su rápida degradación. Hay que pensar que siempre se ha usado, desde los fenicios y los romanos, como un elemento de construcción que luego era tapado, como se ve en la Catedral o en Baelo Claudia. Desde los romanos, era impensable que no tuviera un revestimiento, ya fuera de mármoles si había dinero o empleando cales en los casos en los que éste escaseaba. Si no, la contaminación provoca una serie de reacciones químicas que hace que el material se disuelva por la lluvia. Además, pueden aparecer plantas parásitas. En las fincas en las que se deja la piedra vista, es frecuente el encontrar problemas de humedad.
A menudo se dice que la piedra ostionera es única de Cádiz, ¿es cierto o es mito?
Que yo sepa, es cierto. No he encontrado ninguna zona del mundo en que se encuentre este material, que proviene de los movimientos geológicos del cuaternario. Curiosamente, lo más parecido que hay es un tipo de roca llamada coralina, en el Caribe, donde hay construcciones muy parecidas al modelo defensivo de Cádiz. Lo podemos constatar en La Habana, San Juan de Puerto Rico, Cartagena de Indias o Ciudad de Panamá.
Supongo que todos estos aspectos los desarrolla en el libro que presenta este miércoles.
Sí, en los siete capítulos hago un repaso por el origen de la piedra, su extracción, las herramientas para trabajarla, los tratamientos para su conservación, sus usos en el urbanismo y en la arquitectura de la zona gaditana... Y trato de hacer una reivindicación sobre los oficios que se han perdido y que eran claves para la conservación del patrimonio.
Usted fue uno de los responsables de la conservación del Patrimonio en Cádiz, ¿se está haciendo un buen trabajo?
Creo que se nos llena la boca con el patrimonio pero, a la hora de destinar dinero, ya la cosa cambia. Aquí dejamos que las murallas de la ciudad vayan languideciendo, ¿sabía que en el siglo XVIII había una Junta de Fortificaciones que se dedicaba continuamente a reparar las murallas? Es mucho más barato y efectivo hacer un mantenimiento constante que grandes obras cada muchos años.
¿Cómo puede adquirirse su libro?
–Se puede comprar en la copistería San Rafael y en las librerías Manuel de Falla y Plastilina. O poniéndose en contacto conmigo en mi correo electrónico, josemaria.esteban53@gmail.com .
