«Hemos aprendido a no ser nadie y ahora nacemos de nuevo»

Eran los que partían la pana con sus coreografías en la discoteca Royal, de San Fernando. Luego, fueron los chicos guapos de las portadas del Superpop y el Bravo y se montaron en las listas de grandes éxitos, sobre todo en México, donde necesitaban escolta para caminar por la calle. Hace diez años que los Providence desaparecieron de la faz de la tierra. Los mitos siguieron vivos en algunos foros de fans en la red mientras que ellos se ganaban la vida en el mundo de la carpintería metálica o los escenarios de orquesta. Jesús Bouza, Gsus y Marti Alanis Marti (San Fernando, 1977 y 1975) han comenzado a grabar en el estudio de Luis Villa (Sevilla) el disco de reaparición con todos los ingredientes para repetir el pelotazo. Lo producen en Universo Latino, en Chiclana, la adaptación de algunas letras es de Ignacio Ballesteros (Nek, Laura Pausini), la coreografía de Poty y la producción de Dan Rouge y Juan Francisco Vigara. De cinco miembros han pasado a dos y mucho se tiene que torcer la cosa para que no suenen en la radio en unos meses.

-¿Dónde se han metido?

-Gsus: Yo me he dedicado a componer y a escribir mucho. He actuado con una orquesta de Sevilla, he trabajado en la fábrica de mi suegro, he sido comercial...

-Marti: Yo he vivido en Lleida y en Barcelona, trabajando con mi hermano en el mundo de la carpintería metálica. Dejé el grupo porque no me gusta el éxito, ser famoso, etc... Soy muy tímido. Pero cuando trabajas en algo que no te gusta... Me dí cuenta de que la vida es muy dura y que me había equivocado dejando el grupo. Así que me llamó Gsus y pensé ¿Por qué no?

-La música ha cambiado mucho desde 1997 ¿Y ustedes?

-Gsus: Antes teníamos la idea de hacerlo todo. Éramos unos egoístas: la música, coreografías... Fue nuestro error. Ahora delegamos en grandes profesionales. Está Ignacio Ballesteros, que hace las letras españolas de Nek o Laura Pausini y la escenografía de Poty. Ya no queremos sólo bailar y bailar, sino que tengan más peso las voces. Digamos que nacemos de nuevo. En estos años hemos aprendido a no ser nadie, a que hay que ser humildes y alimentarse.

-¿Con qué se van a encontrar sus fans?

-Gsus: Todos los temas son nuevos, aunque en el espectáculo habrá algunos antiguos. Son seis canciones nuevas nuestras y seis versiones de temas ochenteros como Listen to your heart de Roxette o I just don´t have the heart, de Cliff Richard's. Los que menos, han vendido 36 millones de discos.

-Marti: El resto sigue siendo Providence. No hemos cambiado, solamente nos hemos trasladado diez años adelante, pero somos los mismos.

-Volver a la música con la que está cayendo...

-Marti: Contamos con que hacemos algo diferente. Aquí se lleva el pop y el flamenco, pero esto es más inglés y americano. Diferente.

-Gsus: Es todo ochentero, pero renovado. Seguro que va bien.

-¿Por qué se separaron?

-Marti: Nosotros no hemos fracasado nunca. La discográfica, Max Music, se disolvió mientras nosotros estábamos en México y teníamos seis años de contrato. Eran dos socios. El bueno montó Vale Music y el malo... Pues nos toco a nosotros.

-¿Cómo decidieron volver?

-Marti: Un tercer Providence, Servando, nos llamó para ver si nos podíamos unir de nuevo, aunque al final él no está en el grupo.

-Gsus: Nos quedamos él y yo. Yo tenía canciones, así que llamé a Antonio Luna (Universo Latino) y nos dijimos ¿por qué no las hacemos con Providence? Y hasta hoy.

-Para el que no os haya escuchado nunca ¿a qué sonáis?

-Marti: Yo soy fan del grupo Bros.

-Gsus: Tenemos influencia de Pet Shop Boys, somos un poco BackStreet Boys o Nash. Una mezcla, aunque siempre nos ha encantado Take That.

apaolaza@lavozdigital.es