Don Juan Carlos, en la fiesta de los toros más emocionante

«Confieso que he llorado», repetían los representantes de la torería y la raza brava tras la velada más taurina y emotiva. Un concierto de palmas había retumbado antes en la Casa de ABC. La monumental ovación llegó hasta la mismísima plaza de toros de Las Ventas. Como si la corrida de Beneficencia del pasado 4 de junio aún no hubiese acabado, como si la mejor faena de la temporada se escribiese un 19 de febrero. El planeta del toro al unísono, que abarrotaba la biblioteca abecedaria, se puso en pie para rendir el más grande de los aplausos al Rey Don Juan Carlos, que nos había honrado con su presencia para presidir la entrega del VII Premio Taurino de ABC a la ganadería de Miura.

Trofeo para un hierro de leyenda y merecidísimo homenaje al Rey, que respaldó la Fiesta en una velada con esencia. «Podéis seguir contando con mi afición y mi apoyo a la Tauromaquia», abrochó su discurso Su Majestad entre el agradecimiento de los profesionales, de los ganaderos de lidia y de figuras del toreo de ayer y hoy. La emoción había brotado desde primera hora, con un vídeo que repasó su apoyo permanente a la Tauromaquia, con fotos tanto en el Palco Real, como en barrera o en el Batán, como un aficionado más. Rodeado de grandes maestros con los que este 19-F se reencontraba. Lágrimas de nostalgia en la noche «más bonita e inolvidable», en palabras de Faraones y Palomos. El viejo Rey también se emocionó cuando los casi dos centenares de asistentes ovacionaron su sentido recuerdo a «mi buen amigo Guillermo Luca de Tena», nuestro siempre «Patrón».

Libertad de expresión

Don Juan Carlos, que destacó la «gran labor» de nuestro periódico «a favor de la comunicación social, de la mejor información y de la libertad de expresión», felicitó a los premiados. «La ganadería de Miura que hoy reconocemos, con su envergadura, su seriedad y su capacidad de aprender y sorprender, rara vez ha defraudado al espectador en su siglo y medio de historia», señaló. También tuvo una «mención especial para los matadores de toros, que os enfrentáis a estos soberbios animales –auténticos iconos en el imaginario hispano–, al tiempo que debéis lidiar también con el exigente público».

Su Majestad hizo entrega de este trofeo a los ganaderos Eduardo y Antonio Miura. Para Don Juan Carlos fueron las primeras palabras de agradecimiento de los galardonados: «Queremos agradecer a Su Majestad el Rey el honor que nos hace, no solo a nosotros, sino a toda la Tauromaquia, presidiendo la entrega de este premio, tan prestigioso dentro del mundo del toro, que da el diario ABC». Eduardo, que habló en nombre de los dos hermanos, dio las gracias a este periódico «por su gran defensa de una cultura ancestral». En corto y por derecho remató su obra, con los ojos velados por esa niebla emocionada que brotó con las imágenes. Un recorrido por la historia, con fotos de nuestro archivo, de un hierro grabado a fuego lento desde 1842: don Juan Miura, El Patillas, don Eduardo, doña Sol; la belleza de la estampa de los toros de Zahariche, su fuerza, su leyenda... El Fundi, especialista en los morlacos de la A con asas, contenía la respiración al contemplar uno de los muchos «pavos» que estoqueó. Tantas y tantas rememoranzas de las que tras la cena hablaba Antonio Miura mientras se inmortalizaba con la portada de ABC. De nuevo los toros en la primera página de este diario, con el Rey padre durante la entrega.

Raíz tan española

Había abierto el acto la presidenta-editora de ABC, Catalina Luca de Tena, que glosó los lazos de nuestro periódico con la Corona durante más de un siglo «y que hoy se vuelven a unir en una fiesta de raíz tan española como es la Fiesta Nacional». Luca de Tena subrayó la firme defensa de los toros de este diario: «Quien revise la colección de ABC no tiene que esforzarse mucho para ver los centenares de portadas, crónicas, entrevistas o reportajes gráficos que adornan de esencia taurina estos 112 años de vida periodística. Fiel a esa defensa de los valores culturales de la Fiesta, ABC distingue en la ganadería de Miura el mérito y la excelencia de una trayectoria taurina única con este premio que, como aficionada, me cabe el orgullo de haber creado». También agradeció al jurado, presidido por Javier Benjumea, «su trabajo y, de manera muy especial, a Taurodelta y a su consejero delegado, Manuel Martínez Erice, su colaboración en el desarrollo de este acto».

Un acto en el que Don Juan Carlos recibió el cariño de aficionados y profesionales. Todos se hicieron una foto con el Rey, cercano siempre. Cuando al filo de las doce se marchó, no cesó de reconocerse «el importantísimo gesto que ha tenido apoyando una vez más la Tauromaquia».

El lenguaje más universal

El otro tema de conversación la ausencia de varias figuras en Sevilla. Mucho se habló en los corrillos de la postura de algunos toreros. A Palomo Linares le recordaban la época de la guerrilla. Otro tipo de rivalidad. Otros tiempos. El más elogiado de la torería actual fue Enrique Ponce, ajeno a polémicas y tirando aún de muchos carros en su 25 aniversario de alternativa. Victorino Martín, Juan Pedro Domecq, Victoriano del Río o José Escolar comentaban la situación de la cabaña brava en la noche de Miura, en la noche de todos los mantenedores de la pureza de la raza de lidia; en la velada de los artistas que se enfrentan a sus reses. Era la gran fiesta de los Toros, presidida por un Rey que reiteró su afición y su compromiso con la Tauromaquia. «Gracias, Majestad», se oyó en la noche del lenguaje más libre y universal: el de las emociones.