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Música

Diego Vasallo: «Decimos muchas cosas en los discos, quizá demasiadas»

El bajista de Duncan Dhu comienza la gira de su nuevo disco en solitario, «Baladas para un autorretrato»

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Desde 1991, Diego Vasallo ha compaginado Duncan Dhu con sus discos en solitario (tres álbumes como Cabaret Pop y luego cinco con su propio nombre) y con sus proyectos coeditados con Suso Sáiz y el poeta Roger Wolfe. También pinta, realizando numerosas exposiciones individuales y colectivas desde 2002 (y formando, años más tarde, el grupo de arte Lieder junto a Thomas Canet, Rafael Berrio, Joserra Senperena y Suso Saiz, con el que exponen en Madrid, San Sebastián, Granada y Roma), y también ha publicado un libro de poemas acompañados de ilustraciones realizadas por él mismo, «Canciones que no fueron» (ed. Huacanamo).

Ahora vuelve a los escenarios con «Baladas para un autorretrato», un disco con poso «tomwaitsiano», oscuro, turbio y por momentos inquietante, que lanza en vinilo, cd y casette.

Lo presenta el 31 de octubre en Santander, el 3 de noviembre en Málaga, el 5 en Madrid y el 20 en San Sebastián, y además, este viernes inaugura una exposición de pintura en la Galería Modus Operandi de la capital, que estará hasta diciembre.

¿Hasta qué punto este disco supone un autorretrato real de Diego Vasallo?

Los discos nunca son autorretratos reales, siempre tienen algo de literatura añadida, es como la sal de un plato. Al material autobiográfico le das forma hasta que se convierte en algo parecido a una canción. Aunque decimos muchas cosas en los discos, quizás demasiadas.

Las canciones parecen surgidas de un proceso creativo guiado por un estado de ánimo concreto, ¿es así?

Realmente están escritas a lo largo de los últimos cuatro o cinco años. Pero al darles forma, las pules y las retocas para que sean un todo coherente, que tengan forma de disco. En cualquier caso yo siempre tengo la sensación de estar escribiendo una misma canción a lo largo de los años, con múltiples caras. Como pedazos de una larga autobiografía.

¿Cómo fue el proceso de vestir las canciones? ¿Tenía muy claro hasta dónde llegar?

El proceso de darles forma, de incorporar otros instrumentos se hizo directamente en el estudio, con la banda tocando, sin maquetas previas. Yo tenía algunas ideas con respecto al sonido, y otras iban surgiendo sobre la marcha, probando cosas, improvisando entre todos. Cuando algo sonaba interesante se grababan unas cuantas tomas. Fernando y yo buscábamos un sonido oscuro, arenoso, como envuelto en niebla.

Sí, el sonido es muy especial, ¿cómo fue el proceso de producción y mezcla?

La mezcla básicamente estaba hecha. No era mucho más que abrir las pistas y colocar todo más o menos en su sitio. El ochenta por ciento estaba grabado en directo, y cuando algo suena bien no hay mucho más que hacer.

Si este disco fuera un cuadro, ¿qué serían las canciones? ¿los colores, las técnicas, los materiales?

Yo más bien diría que cada canción es una obra, unas son acuarelas livianas, otras son pigmentos terrosos mezclados con lo que tuviéramos a mano. Los instrumentos, los sonidos, son materiales con los que dar forma a esa especie de paisaje sonoro que puede ser una canción.

Cada nuevo trabajo de un músico puede entenderse como un nuevo personaje de su discografía. El oscuro, el luminoso, el rupturista, el de reencuentro con los orígenes… ¿Qué rol tendría «Baladas» en la suya?

Este disco puede ser una especie de vuelta a ciertas influencias que tenía algo olvidadas: el rock primitivo, algo de blues oscurecido, baladas más folk... Al tocar con una banda salen cosas que no habías planeado, la energía fluye y los músicos arrastran las canciones hasta lugares insospechados, algunas suben a la luz, y otras se sumergen hasta las profundidades.

¿Cómo presentará estas canciones en directo, en cuanto a formación y puesta en escena?

Vamos a estar los mismos que hemos grabado el disco, por lo menos en los conciertos de presentación: Goyo Chiquito, contrabajo; Toño López, batería; Pablo Fernández, ukelele, guitarra, piano eléctrico; Fernando Macaya, guitarras y yo. Serán en salas pequeñas con el público sentado. Algo sobrio y desnudo, aunque más eléctrico que en anteriores ocasiones.

¿Estaba predispuesto a la última reunión de Duncan Dhu? ¿O fue una sorpresa que hubo que digerir antes de tragar? ¿Qué papel juega el grupo en su vida actualmente?

Ha sido un reencuentro entrañable, sacamos un mini LP en 2013 y hemos hecho dos giras con una banda excepcional, soñando como nunca. Pero el futuro es incierto, no sé lo que pasará con el grupo. Mikel y yo estamos tan inmersos en diferentes proyectos que se hace complicado encontrar tiempo para la banda. ¡Ya veremos!

¿Qué otros proyectos extramusicales tiene entre manos ahora mismo?

Acabo de publicar con la editorial Harpo «Al margen de los días», un libro de poemas, ilustraciones y que incluye también el CD «Baladas para un autorretrato». Tengo una exposición de pintura en la galería Modus Operandi con las ilustraciones del libro y cuadros de pequeño formato; estará hasta principios de diciembre. Y en junio tengo otra exposición en el museo Francisco Sobrino de Guadalajara.

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