Maná: «Shakira no debería descuidar a la gente que la quiere en español»

Tras el fiasco de «Drama y Luz», el grupo de rock hispanohablante más grande del mundo ha vuelto a dar con la tecla del éxito en su nuevo disco, «Cama incendiada», cuya gira de presentación aterriza en España el 21 de agosto para pasar por siete ciudades: Tenerife, La Coruña, Benidorm, Málaga, Madrid (con dos fechas, tras agotar las entradas de la primera), Barcelona y Bilbao. Su carismático cantante, Fher, nos cuenta los detalles desde Miami, justo antes de irse de vacaciones a «algún lugar paradisíaco del Caribe».

—¿Satisfechos con el buen recibimiento de su nuevo trabajo?

—Mucho. Han sido dieciséis meses de duro trabajo y, al haber sido un proceso tan largo, el disco tiene varios colores y perspectivas distintas.

Es difícil describirlo con una fotografía completa, pero... es sexy, amoroso, colorido, más pa’rriba que el anterior, con una carga anímica distinta. En este hay de todo, hay testículos y también corazón.

—Se ve que sus fans los prefieren ver así, pa’rriba. El anterior disco era muy dramático y oscuro, y resultó ser el que menos ha vendido de toda su carrera.

—Parece que sí. Yo siempre trato de ser honesto, porque todos los artistas hablan bien de sus discos. Pero... No es que no sea un buen disco, es que yo venía de la muerte de mi madre y de mi hermana, un shock muy fuerte que marcó mucho las composiciones. Pero sigo creyendo que hay joyitas en ese disco que nadie las ha reconocido, como «Sor María», que habla de una monja que se enamora de su sacerdote en la Edad Media.

—De todas formas, está bien que sus seguidores les quieran ver positivos. Otros fans quieren ver a sus ídolos sufrir, o de lo contrario pierden el interés.

—(Risas) Pues sí, tiene razón. De todas formas no conozco demasiado bien la opinión de los fans, porque no me gusta navegar por redes sociales. «¡Híjole!», yo sé que no está bien, pero a mí me gusta navegar más espontáneamente, sin demasiada influencia externa. Ni siquiera la compañía de discos ha tenido jamás una sola injerencia en nuestra música.

—El dueto con Shakira, «Mi Verdad», ¿qué tal fue? Para ella también sería un sueño cumplido, ¿no? Ella era más rockera de joven.

—Sí, es verdad (risas), y siempre ha sido fan de Maná. Es un bolerito y, bueno, yo no estaba de acuerdo en sacar como single un tema lento, pero ahí está. A ella le fue muy bien, se globalizó. Nosotros intentamos no globalizarnos tanto, no pasarnos al inglés. Shakira no debería descuidar a la gente que la quiere en español, porque ella siempre ha hecho grandes canciones en nuestro idioma.

—En el disco hay una versión de Los Tigres del Norte, que han hecho algún narcocorrido. ¿Cómo está la controversia con el género en su país tras la fuga del «Chapo» Guzmán?

—Los Tigres ya se desmarcaron hace tiempo de esa línea, porque crea una cultura que no es nada agradable, la de idolatrar a los narcos. Es muy triste que eso ocurra, yo no estoy de acuerdo con hacer ese tipo de música. La versión que hemos incluido en el disco es de «Somos más americanos», una canción reivindicativa. Una parte importante del sur de Estados Unidos era de los mexicanos hace años, y lo que queremos decir es que los gringos movieron una línea y se creyeron con el derecho a echarnos para siempre. Recuerdo una vez cantándola en Laredo, viendo la línea de la frontera bien cerquita, que el público se prendía con la letra. Era para verlo, se me pone la carne chinita de recordarlo.

—¿Y qué le parece la candidatura de Donald Trump en el Partido Republicano, con las cosas que dice contra los inmigrantes?

—Es un ignorante, dice que el pueblo mexicano se compone de violadores, narcotraficantes, «garbage», basura. Es una ignorancia tan rotunda que nadie con cerebro podría decir eso, sobre todo porque los mexicanos han trabajado en las áreas más duras para ayudar a construir Estados Unidos. Trump está deshumanizado, completamente loco, lleno de odio. Es una vergüenza para los republicanos.

—Escuchándole, recordé al infame Pete Wilson.

—Sí, ha habido varios radicales en Estados Unidos, pero esto es diferente. El discurso de Donald Trump es hitleriano. Desde que nací, nunca he oído un discurso tan agresivo, tan violento y lleno de odio, tan paranoico y racista.

—Creo que han prometido tardar menos en sacar el próximo disco.

—Bueno sí, pero este disco tiene mucha tela para cortar. Espero que la Warner se ponga las pilas, porque si no les vamos a meter un cohete ahí... (risas).