ARTE

Rogelio López Cuenca: ¿Por qué los poetas?

Primera gran retrospectiva de Rogelio López Cuenca. La organiza el Museo Reina Sofía. Una muestra que destaca el papel de la palabra en el espíritu crítico de este creador

«Historia de dos ciudades», de Rogelio López Cuenca

Francisco Carpio

Pourquoi donc des poètes en temps de misère? (¿Por qué, entonces, los poetas en tiempos de miseria?). Seguramente pocas personas han reparado en estas palabras, justo al entrar en el patio Nouvel del Museo Reina Sofía . Y, sin embargo, son casi tan visibles como el sobredimensionado brochazo de Lich- tenstein. Tal vez ese sea uno de los rasgos identitarios como artista de Rogelio López Cuenca (1959): habitar anónimamente en los pliegues de los mensajes-masajes que nos rodean, crecer -sin ser totalmente percibido- entre la maleza de la jungla iconográfica que nos devora; recordar, desde el arma de las palabras, que todo puede verse, aunque no sea visto.

Textos, consignas, eslóganes, anagramas, logotipos y otras estrategias verbales y textuales son práctica común en sus obras. Una señalética visual y conceptual que le ha servido para arrojar luces y sombras irónicas, reflexivas y críticas , sobre diferentes aspectos de la realidad social, política y cultural.

Una fuerte huella

Su inicial militancia como poeta, sobre todo dentro del injustamente infravalorado paisaje de la poesía experimental, dejará una fuerte huella en todos sus trabajos visuales y plásticos, con la constante presencia de registros textuales y de juegos de letras, palabras y conceptos. De esta forma, a través de un hábil manejo irónico y poético del lenguaje , de la relectura de imágenes cotidianas o icónicas, y del empleo de diversos mecanismos comunicativos como vídeos, poemas, impresiones fotográficas, textos, postales, prensa, webs, documentos, camisetas o recuerdos turísticos, ha conseguido elaborar una sintaxis personal y reconocible.

«Traverser»

Yendo, leyendo, dando lugar supone la primera gran muestra retrospectiva dedicada a este singular y plural artista, y arroja una completa mirada sobre su obra e intenciones. Mirada que, como ya hemos señalado, se inserta dentro de una polisémica reflexión sobre las potencias semánticas, comunicativas y plásticas de la(s) palabra(s) y del lenguaje. Los caladeros en los que cobra sus piezas se localizan, entre otros, en espacios tan diversos como el casi inagotable manantial de las vanguardias o el no menos abundante grifo iconográfico del arte Pop . Y, siempre, estas incursiones de caza y pesca creativa tienen como punto de mira la praxis de una crítica institucional, ideológica, económica, social y -por tanto- fundamentalmente política.

Bien sabemos las delgadas y sutiles fronteras que, dentro de la práctica artística, pueden separar una eficaz y necesaria actitud de crítica política de otra que termine por caer con peligrosa facilidad en el panfleto. En el caso de López Cuenca, este evidente riesgo queda salvado por la aplicación de abundantes dosis de proposiciones irónicas , humorísticas incluso, y por una mordaz actitud lúdica.

Dianas favoritas

¿Y contra qué o quién dirige el suyo? Contra un amplio abanico de posibilidades críticas: los espurios intereses y las oscuras implicaciones de las políticas migratorias actuales (una de sus dianas favoritas); la memoria histórica y sus desmemoriados obreros especializados ; las paternalistas y turbias gimnasias de las políticas poscoloniales; la falsaria utilización instrumentalizada de figuras referenciales del arte y la cultura en aras de conseguir suculentos bocados especulativos…

Para ello recurre a distintos medios, como la pintura, la foto, el vídeo, las instalaciones o el perverso y polimorfo universo de los objetos . Todos combinados con la presencia activa y protagonista de la palabra, y de los innumerables recursos expresivos y semánticos que ésta puede ofrecer en su diálogo con el mundo de las artes visuales.

Textos, consignas, anagramas, logotipos son práctica común en su labor

La exposición traza una completa cartografía desde sus primeros trabajos, en los ochenta, todavía deudores de la poesía experimental, pero que paulatinamente van incorporando registros más vinculados a la plástica, como el collage , el apropiacionismo o la descontextualización iconográfica. Es también el tiempo de su participación en determinadas experiencias colectivas de creación, entre las que quiero destacar la Agustín Parejo School . Todas insertas en una expansión de las posibilidades de la poesía en su interrelación con las prácticas artísticas visuales, que, asimismo, se mantendrá activa en los noventa.

Málaga, su Historia y su memoria, ha estado muy presente en su trayectoria. Así, una de sus propuestas más sugerentes es un proyecto colectivo en el que lleva trabajando desde 2010, que estudia el fenómeno desencadenado en Málaga en torno a la figura de Picasso , y que él mismo denomina de picassización forzada de esta ciudad y su ambiente cultural, reflexionando desde la ironía crítica sobre la conversión de un artista de su talla en una marca registrada, advirtiéndonos de los peligros -y la incongruencia- de convertir una figura artística en un icono del márketing y en un reclamo de la publicidad turística.

Dentro de un amplio conjunto de obras presenta Las islas (2018), proyecto realizado para la muestra, en el que, a través de una variada gama de soportes y técnicas, y una relectura de documentos históricos vinculados al Descubrimiento , reflexiona crítica e irónicamente sobre los mecanismos de control y empoderamiento del colonialismo del pasado, y su proyección turística y mercantilizada hoy. No hay duda: en tiempos de miseria es cuando más falta hacen los poetas...

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