Pulpos y más cosas en el estand de Fernando Pradilla en Estampa
Pulpos y más cosas en el estand de Fernando Pradilla en Estampa - J. D.-G.
ARTE

Estampa: paisaje después de la batalla

Estampa cumple su vigésimo cuarta edición trasformada en la única feria de otoño en Madrid. Nuevas galerías procedentes de Summa, un programa que mima a los coleccionistas, y ventas, balance de sus primeras horas

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Durante los últimos tres años, en Madrid hubo dos ferias en el arranque otoñal de la temporada. Summa llegaba pisando fuerte, insuflando aire fresco al panorama y animando un poco el cotarro. Durante esos tres años, estuvo luchando metafóricamente contra Estampa, la antigua feria del grabado, que ya llevaba su tiempo esbozando su propia metamorfosis y para la que Summa se convertía también en una especie de catalizador que aceleraba procesos.

Pero como en todo divorcio que se precie, a las galerías les tocaba elegir entre mamá o papá, entre acudir a una feria o a otra (que no están los presupuestos, ni las fuerzas para duplicar participaciones). De hecho, y hasta donde nos llega la memoria, solo una, la de Fernando Pradilla, que ahora lo recuerda casi con pesar, apostó por ambas en 2014.

Para más inri, la «batalla» por los visitantes, por los coleccionistas, se libraba en el mismo escenario –la Nave 16 de Matadero– y casi en las mismas fechas, en ocasiones, con una semana de diferencia. Hasta una OPA hostil le lanzó David a Goliat, que no llegó finalmente a buen puerto, en un deseo de fusionarse bajo la misma marca.

Bailes de fichas

Este año Summa se ha retirado del tablero. Y Estampa se ha aprovechado de la situación. Hasta ella han llegado buenas galerías que habían sido fieles a la primera. Es el caso de Luis Adelantado o Juana de Aizpuru (que ya había hecho las maletas en 2015, como etHall) y que, curiosamente, se aferran a las esencias de lo que fue en su origen esta cita (un salón de obra múltiple), por lo que apuestan este año mayoritariamente por la fotografía o el papel en sus estands. O Rafael Ortiz, Espai Tactel o Adora Calvo, que siempre se caracterizaron en Summa por sus cuidados espacios. También las hay que llegan en 2016 vía comisariado (como la mencionada etHall o como T-20), mientras que por el camino se han quedado firmas destacadas de la escena madrileña como Max Estrella, Espacio Mínimo o Ponce+Robles. De hecho, muchas criticaron en alguna ocasión si tenía sentido para las galerías locales ir a una feria en Madrid en pleno Apertura. Las hay que se estrenan como Mr Pink o Espacio Alexandra. Algunas de estas son las que mejor cuentan «que están espectantes» (sinónimo de «no hemos vendido aún nada» o «estamos a puntito»), debido a que todavía no se las conoce por estos pagos.

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