Amalia Pica aúna lo conceptual y lo visual con la historia reciente de Argentina

La artista expone por primera vez en España en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo una muestra de media carrera

Presentación de la exposición de Amalia Pica Juan José Úbeda

C.B.

Amalia Pica nació en Neuquén, Argentina en 1978. La información sobre los terribles sucesos acaecidos en su país durante la dictadura, han forjado sus trabajos artísticos hasta hoy día. Luego vino otra inspiración: la época del «corralito». Esta creadora, que vive y trabaja en Londres, ha sustentado su obra en conceptos que se derivan de sucesos históricos de esas épocas de su país natal.

El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo presenta la primera exposición individual en España de Amalia Pica, con un conjunto de piezas creadas entre los años 2008 y 2018, en lo que es una muestra de media carrera. La exposición, que ha comisariado Juan Antonio Alvarez Reyes, director del CAAC, se inaugura el 15 de noviembre y estará abierta al público hasta el 15 de marzo de 2020.

La presentación de la exposición fue inusual, porque por una cuestión médica, la artista no ha podido desplazarse a Sevilla y se llevó a cabo a través de una videoconferencia . «La exposición –dice Amalia Pica--- tiene un poco de retrospectiva. Nací en la Patagonia y luego estudié en Buenos Aires y después en Ámsterdam , y por ello hay piezas hechas en varios lugares y con temáticas diferentes. Nunca he trabajado una temática de manera lineal, por lo que la exposición no es cronológica».

Expo Amalia Pica Juan José Úbeda

La artista argentina indaga, a partir de elementos encontrados y materiales en apariencia simples, sobre algunas de las preguntas heredadas del arte conceptual y que tienen que ver, por ejemplo, con el significado de las imágenes y su relación con el lenguaje. Dispuestos en ocasiones como instalaciones, esos objetos preexistentes adquieren otro sentido al de su funcionalidad, al ser modificados o relacionados entre sí, provocando que la familiaridad con las que nos acercamos a ellos esté siempre condicionada por interrogaciones alterando o amplificando sus potencialidades significativas.

A Amalia Pica le interesan las celebraciones como metáfora de utilizar el espacio social, «hay piezas que exploran los mecanismos que usamos para celebrar y también para protestar. Esa euforia de marchar juntos tiene también algo de celebración. Otro de los grandes temas, es la comunicación y dentro de ello, si el arte es algo comunicativo y si yo estoy diciendo algo y ustedes lo reciben…, la idea es que en este esquema tradicional el que recibe la información genera una opinión y por eso muchas de mis obras hacen un homenaje a quien escucha».

Una de las obras que inaugura la exposición está compuesta por una serie de elementos geométricos de varios colores sobre la pared, elementos que según se superpongan, componen unas formas y colores diversos, «durante la época de la dictadura en Argentina pasaron cosas tremendas. Se anuló la Constitución, se instaló una ley que impedía juntarse a más de ocho personas. Además, en el colegio se prohibió estudiar en matemáticas la teoría de los de conjuntos, los conocidos como diagramas de Venn », que han servido como inspiración de su obra. En la inauguración de la exposición se llevará a cabo una performance en las que cuatro personas combinarán las piezas en colores y formas de una instalación compuesta por elementos de metacrilato, acción que se repetirá de forma periódica y cuyo horario el CAAC irá anunciando a través de redes sociales.

Amalia Pica en el CAAC Juan José Úbeda

Piezas sobre la escucha, con tapones para los oídos en metales nobles como oro o bronce, situados en soportes en las antiguas celdas de los monjes cartujos, donde el silencio era secular; otra pieza sobre la protesta, con unos doscientos objetos habitualmente usados para hacer ruido que están escayolados, pintados de blanco y pegados en la pared anulando su simbología . «Amalia Pica utiliza objetos que son de uso cotidiano pero transforma su significado. Volvemos una y otra vez al pasado traumático en Argentina con aquellas caceloradas», declaró el director del CAAC, Juan Antonio Alvarez Reyes .

En un gran espacio, alrededor de 40.000 piezas de confeti, que se han pegado una a una en 120 metros cuadrados de pasillo (en colaboración con alumnos de Bellas Artes), «para aferrarse a un momento de felicidad que es efímero», pieza que da paso a una obra sobre la escucha, una instalación de setenta vasos de cristal adheridos a la pared a distintas alturas, con el título de «Eavesdropping» , para terminar con «Procession» , una obra que combina pancartas con decoración festiva en forma de banderines con el fin de plantear una acción casi ritual de las manifestaciones públicas.

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