Dalí, Tàpies y Brossa recuperan en el MNAC el arte catalán de posguerra

En 1968 Joan Miró pintó los cristales del Colegio de Arquitectos y después borró los dibujos. De aquella acción queda un vídeo que muestra al artista en plena acción rodeado de curiosos. Ataviado con su bata de trabajo y pincel en mano reconocemos a un Miró vitalista que ese mismo día inauguraba una exposición en ese edificio. Pocos años antes, el Grup Gallet de Sabadell pintaba en un larguísimo rollo de papel a plena luz del día en la plaza Cataluña. Hay fotos de aquella convocatoria y se conserva parte de la obra que pertenece al museo de Sabadell. El vídeo de Miró y el rollo de papel de Gallet forman parte de la exposición «Del segundo origen. Artes en Cataluña, 1950-1977», que narra el renacer del arte catalán tras la Guerra Civil española.

Tres comisarios, Pepe Serra, Juan José Lahuerta y Valentín Roma, coinciden en la voluntad de los artistas catalanes de la segunda mitad del siglo XX por retomar la vanguardia que interrumpió la contienda. «Este recorrido se centra en veintisiete años muy prolíficos», concreta Lahuerta, quien destaca que la mitad de las obras son del Macba. Entre las 194 obras de 109 artistas y colectivos, destacan trabajos de Salvador Dalí, Antoni Clavé, Joaquin Puigvert, Joan Brossa, Modest Cuixart, Antoni Tàpies, Robert Llimós y Joan Pere Viladecans, que dibujan un relato artístico de la época.

«No hemos querido hacer una tesis sino que la voluntad es hacer brillar la segunda mitad del siglo XX a través de sus artistas y corrientes», destaca Pepe Serra. El abanico empieza con la revitalización estética de los años cincuenta de la mano de Josefa Tolrà, Esther Boix y Antoni Clavé, y grupos como Cobalto 49 y Dau al Set, y culmina con las fotografías del multitudinario mitin que la CNT celebró el 2 de julio de 1977 frente al MNAC. De este modo, la exposición complementa y prolonga cronológicamente la nueva presentación de arte moderno de la colección permanente del museo.

El visitante podrá viajar por esta época gracias a las obras y a los documentos que encontrará en las vitrinas que son testigos de tantísimas exposiciones. «Queremos dar las gracias a los familiares de los artistas que han guardado y archivado las obras, a las galerías que han trabajado durante años para promocionar a los artistas y a mucha gente que ha hecho posible todo el engranaje del mundo del arte durante estos años», destaca Pepe Serra, quien no quiere pasar por alto el gran esfuerzo que han hecho y comentar que incluso han tirado algunas paredes. «Al tirar las paredes han aparecido una columnas de Gae Aulenti que ahora funcionan como aire acondicionado; nuestra intención es quitarlas cuando tengamos presupuesto».