Un desprendimiento precipita las obras de la Biblioteca Nacional
Pese a que se cree que la pieza cayó por la lluvia, comenzarán las obras en dos semanas
Las estatuas que conmemoran a Alfonso X , San Isidoro , Cervantes y compañía a la entrada de la Biblioteca Nacional de España tendrán, desde mediados de septiembre, unos compañeros de excepción. Serán los encargados de rehabilitar la fachada del edificio, donde en apenas dos semanas comenzarán unas obras que se han tornado urgencia después de que un elemento decorativo se desprendiera de la pared frontal .
La medida llevaba prevista desde junio , cuando el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna , se comprometió a invertir el 1,5 por ciento reservado a obras públicas para solventar problemas del patrimonio histórico en la Biblioteca Nacional. Lo hizo como respuesta a la petición realizada por la Comisión de Cultura del Congreso , que durante la visita que realizó a la institución el pasado 7 de marzo pudo comprobar el deterioro que sufría la fachada, expuesta como está en Recoletos a importantes niveles de contaminación. Tal es así que el edificio no superó con la nota esperada la última inspección técnica.
«Es el mismo problema que tienen el Museo Arqueológico Nacional y otros edificios de la época. La calidad de la piedra no es buena y hay mucha contaminación», explicó a ABC la directora del centro, Ana Santos , que no pudo confirmar que se vaya a hacer el mismo trabajo en las construcciones coetáneas de la manzana.
Según la responsable de la Biblioteca, la pieza que se desprendió lo hizo más por las fuertes lluvias que hubo los últimos días en Madrid que por una degradación excesiva , pero nunca estuvo cerca de suponer un peligro porque las medidas de seguridad preventivas que se habían pautado llevaban aplicadas desde mayo. En cualquier caso, la institución optó por llamar a los bomberos para que revisasen que no había ningún peligro de que algo parecido sucediese de nuevo.
«Dignificar la institución»
Los 6 millones de euros de presupuesto que proporciona el Gobierno y que se ajustan al proyecto realizado por el Instituto del Patrimonio Nacional de España (IPCE) se repartirán entre la fachada exterior y la de los patios interiores (que serán integrados para usarlos «como parte de la zona cultural»), las estatuas, los elementos decorativos, el vallado y una remodelación completa de los jardines. «Lo emblemático del edificio y el valor de la institución merecen que se abra cada vez más a los ciudadanos. El jardín es perfecto para esto. El proyecto completo prevé que sea una zona nueva, mucho más abierta e integrada», remarcó Santos, satisfecha tras poder anunciar la noticia de la reforma, que durará cuatro años y de la que dice que servirá «para dignificar la institución».
