China prohíbe a Nantes usar el nombre de Gengis Kan en una exposición sobre el imperio mongol

Pekín ha preferido censurar y prohibir las veleidades «autonomistas» de su república autónoma

Gengis Kan ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Gobierno chino ha prohibido una exposición que tenía proyectado inaugurar el Museo de la Historia de Nantes (oeste de Francia) con este título: «Gengis Kan y el Imperio mongol» . Pekín desea imponer en el resto del mundo su visión políticamente correcta de la historia del primero o el segundo imperio más grande de la historia.

El Museo de la Historia de Nantes (región países del Loira) había trabajado varios años con el Museo de Mongolia interior, la región «autónoma» de China, que había aportado documentos e iconografía aparentemente excepcionales sobre la historia del Imperio mongol, el primero de los más grandes imperios de la historia, construido por Gengis Kan, varios siglos antes de los imperios español, inglés, francés o alemán, cuando España, Francia, Alemania, Italia o el futuro Reino Unido todavía eran un «mosaico de reinos» medievales que todavía tardarían varios siglos en consumar su unidad política.

La historia del Imperio mongol es evidentemente indisociable de la figura mítica de Gengis Kan (1162-1227) , una figura solo comparable a Alejandro o César , entre los grandes constructores de imperios. Indisociable, igualmente, del Estado independiente de Mongolia (aliado histórico de la antigua URSS y la nueva Rusia); no confundir con la región autónoma del mismo nombre, en China.

La colaboración «independiente» del Museo de Mongolia interior (sometido a la burocracia política china) con el Museo de la Historia de Nantes fue percibida muy pronto con muchas reservas en Pekín, donde comenzó exigiéndose que desapareciesen del nombre de la exposición cuatro de las seis palabras del título: Gengis Kan e Imperio mongol. La dirección del Museo de la Historia de Nantes intentó soslayar la férrea censura política china, sustituyendo Gengis Kan por «hijo del cielo y las estepas» , con el que se pretendía «ocultar» el verdadero personaje histórico del constructor genuino del Imperio mongol, uno de los conquistadores más legendarios de la historia universal.

La «argucia» un poco infantil de los historiadores franceses no consiguió engañar a la burocracia china, que ha terminado imponiendo su «dictado»: no habrá exposición consagrada a Gengis Kan y el Imperio mongol . Bertrand Guillet, director del Museo de la Historia de Nantes, ha comentado la decisión china en estos términos: «Con nuestra exposición deseábamos rendir homenaje a la cultura mongol . Cuando la exposición ya estaba montada, el gobierno chino nos hace saber que desea escribir a su manera su propia historia y la de los distintos pueblos y culturas que forman parte de la China actual…» Dicho de otra manera: los gobernantes del imperio actual, en Pekín, desean imponer su visión «políticamente correcta» de las muy diversas formas políticas que tuvieron otros pueblos y cultura propia, del pueblo tibetano al pueblo mongol, entre otros.

Se trata de un intento excepcional, con muy pocos antecedentes, del gobierno de un imperio o gran superpotencia mundial, la China de nuestro tiempo, que desea imponer e impone, en Francia, en este caso, su propia visión de la historia multinacional y multicultural de otros imperios anteriores que se sucedieron en una parte de su territorio actual, dividido a sangre y fuego, por históricas razones, en bastante medida.

El Imperio mongol al que pretendía rendir homenaje el Museo de Nantes es el legendario antecedente histórico de un Estado independiente, Mongolia , y de una región autónoma de China, que también se llama Mongolia. Más allá de las «sutilezas» históricas, recordar a Gengis Kan como constructor de un antiguo imperio, multicultural, relativamente «tolerante» con otras culturas y religiones, permitiría hacer «odiosas comparaciones».

Pekín ha preferido censurar y prohibir las veleidades «autonomistas» de su república autónoma mongol, con el fin de confirmar la represión política más cruda y brutal . Represión, censura y persecución social, política y cultural de los 4,2 millones de mongoles que viven sometidos a la «bota» militar china, en nombre de la unidad y la vocación internacional de la nueva China imperial.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación