San Agustín de la Florida, la ciudad más antigua de los Estados Unidos
San Agustín de la Florida, la ciudad más antigua de los Estados Unidos - Manuel trillo
450 aniversario de San Agustín

Florida, de fiesta en rojo y amarillo

La ciudad más antigua de EE.UU., fundada en 1565 por el asturiano Pedro Menéndez de Avilés, celebra su cumpleaños con una demostración de pasión por España

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El centro histórico de la ciudad más antigua de Estados Unidos aparece estos días forrado de rojo y amarillo. En una efusión de orgullo colectivo por sus raíces españolas, las calles de San Agustín, en Florida, se han vestido con los colores de nuestra enseña nacional, que cuelgan de los balcones y fachadas, adornan las farolas, engalanan las calles con banderines y animan en la entrada a las tiendas en forma de globos.

El motivo de tal demostración de fervor por España es el 450 aniversario de la fundación de la ciudad por el marino asturiano Pedro Menéndez de Avilés el 8 de septiembre de 1565, más de 40 años antes de que los ingleses fundarán su primera colonia en Norteamérica, Jamestown.

Los Reyes de España se sumarán a la celebración dentro de unos días, del 18 al 20 de este mes, cuando Don Felipe y Doña Letizia participen en el XX Foro España-Estados Unidos, que este año tiene lugar en San Agustín con motivo del 450 aniversario de la ciudad.

Pero ya desde el pasado viernes San Agustín se ha llenado de música y baile -sin que falte el flamenco y la gaita asturiana-, recreaciones históricas, exposiciones y fuegos artificiales. En el programa festivo, que ha atraído a miles de personas de Florida y muchos otros rincones de Estados Unidos, se ha incluido incluso un particular encierro, en el que la mismísima alcaldesa, Nancy Shaver, y la consejera del gobierno del condado Rachael Bennett no dudaron en enfundarse unos disfraces de toros bravos y perseguir a los corredores por las calles como si de Pamplona se tratara.

En un tiempo en que el aspirante presidencial Donald Trump ha agitado el debate sobre las esencias de esta nación norteamericana, el 450 aniversario de San Agustín pone de manifiesto la diversidad con que se edificó el país. «Hay que conocer el pasado para entender el presente», señala Chad Light, un actor apasionado por la historia que estos días representa el desembarco de Menéndez de Avilés en 1565. Su hijo, que ha tenido con una india chippewa y que se llama Agustín, ha heredado ese entusiasmo y participa ataviado como un antiguo nativo en las recreaciones.

Concepción Santana, una profesora hija de cubanos que nació en el estado de Virginia y ahora vive en Miami, reconoce que en los colegios de Estados Unidos, en general, se pone el énfasis en que el primer asentamiento que prosperó fue Jamestown, mientras que San Agustín, que en realidad le precedió en más de cuatro décadas, apenas «se menciona en un párrafo». En cambio, destaca que «los habitantes de San Agustín tienen ese orgullo de saber que son importantes en la historia».

Por su parte, Luis Ferrer-Vidal, un joven ingeniero aeroespacial que trabaja en Orlando y ha acudido de visita a San Agustín, asegura que «es una lástima que la historia de los españoles aquí no se conozca en España. Deberíamos estar orgullosos», asegura.

Más de tres siglos

Las celebraciones de estos días son el colofón a los festejos que tuvieron lugar en toda Florida en 2013, cuando se conmemoró el quinto centenario del descubrimiento de este subcontinente por Juan Ponce de León.

Después de que aquel intrépido castellano desembarcara en estas costas en 1513, tuvieron que pasar más de medio siglo hasta que Menéndez de Avilés, a bordo del galeón San Pelayo, arribara para fijar la primera ciudad que ha permanecido habitada de forma ininterrumpida hasta nuestros días.

Para lograrlo, tuvo antes que despejar la zona de franceses hugonotes, que estaban tratando de apropiarse de ella. Según advirtió el propio navegante español en cuanto se topó con los galos, había llegado para «quemar y ahorcar los franceses luteranos que hallase». Y así lo cumplió. Pese a que el capitán francés, Jean Ribault, ofreció 200.000 ducados de talla a cambio de seguir vivo, Menéndez llevó a cabo la misión encomendada con la falta de escrúpulos propia de la época. «Salvé la vida a dos mozos caballeros, de hasta diez y ocho años, y a otros tres, que eran pífano, atambor y trompeta; y a Juan Ribao, con todos los demás, hice pasar a cuchillo, entendiendo que ansía convenía al servicio de Dios Nuestro Señor y de V. M.», relató en una carta a Felipe II conservada entre los legajos del archivo de Revillagigedo.

Desde el 8 de septiembre de 1565, salvo un periodo de dos décadas en que pasó a manos británicas, San Agustín fue parte de los territorios españoles hasta 1821, año en que nuestro país arrió su bandera en La Florida y vendió esta parte del sureste norteamericano a los Estados Unidos por cinco millones de dólares.

Auge del turismo

En San Agustín el sentimiento de orgullo por su pasado es parte de su ADN. Hasta en los coches patrulla de la policía presume con grandes caracteres de ser «the oldest city» (la ciudad más antigua). Y aquí, aunque al contrario que en Miami es difícil encontrar alguien que hable castellano, lo español se ensalza como uno de sus grandes valores. De hecho, en el castillo de San Marcos, el antiguo fuerte español, se iza cada mañana la bandera con el asta de Borgoña o cruz de San Andrés, que precedió a la bandera rojigualda como símbolo de nuestras tropas.

El pasado español es, además, el gran atractivo turístico de la ciudad, que atrae cada año a millones de visitantes. De hecho, el centro histórico ha experimentado en los últimos años un inusitado aumento en el número de establecimientos, con la apertura de decenas de bed&breakfasts, restaurantes, bares y tiendas al calor del turismo basado en la historia española. Estos días, en los que además este lunes es festivo en Estados Unidos por el Labor Day, se encuentran abarrotados.

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