Resuelto el misterio de cómo se formó la extraña cueva de cristales de Pulpí, en Almería

Se trata de una geoda gigante de unos ocho metros de longitud por dos metros de altura recubierta de cristales de yeso

Extracto de la película «El misterio de los cristales gigantes» Madrid Scientific Films
Patricia Biosca

Patricia Biosca

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Desde mediados del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX, el levante almeriense utilizó la minería como forma de vida. Uno de los ejemplos era la mina del Pilar de Jaravía , en la localidad de Pulpí . Los hombres que bajaron hasta las entrañas de la tierra en busca de plomo, hierro o plata posiblemente se encontraron con llamativos cristales de yeso en las paredes, pero desconocían el tesoro que aquel lugar aún guardaba en su interior. No fue hasta 1999 cuando miembros del Grupo Mineralogista de Madrid levantaron una especie de tapadera que guardaba la entrada a una cueva que guardaba una geoda gigantesca en su interior. De la misma naturaleza de las que se encuentran en mercadillos o tiendas de piedras, pero en vez de medir apenas unos centímetros, esta era de ocho metros de longitud por dos de altura y llena de puntiagudos cristales. ¿Su origen? Un misterio. Hasta ahora.

«En el estricto sentido de la palabra, donde 'geoda' denomina a un hueco ovoide lleno de cristales, la de Pulpí es la más grande del mundo», explica a ABC Juan Manuel García-Ruiz, de Universidad de Granada . Él, junto su compañero F. Palero , y los investigadores Angels Canals , de la Universidad de Barcelona, y Alexander E.S. Van Driessche, de la Universidad de Saboya (Francia) acaban de publicar un estudio en la revista « Geology » en el que cuentan cómo se originó esta formación, que ha sido comparada con los cristales gigantes de Naica (México) o los de El Teniente (Chile). «Se trata de formaciones diferentes: Naica es un sistema vivo , que sigue creando cristales, porque la montaña está caliente y aún hay agua; la geoda de Pulpí se secó hace muchísimo tiempo. Es un lugar único », afirma.

La geoda de Pulpí vista con un objetivo de ojo de pez Héctor Garrido

De hecho, esta diferencia es el principal problema que se han encontrado los geólogos: su fosilización y la pureza de sus cristales , a través de los cuales se puede ver con mucha claridad incluso a pesar de su grosor, ha provocado que no se puedan llevar a cabo estudios radiométricos, lo que daría una fecha exacta de cuándo se formó la geoda. Aún así, el equipo afirma haber desentrañado el misterio y concluyen que el « tesoro » de la mina de Pulpí se creó a través de dos mecanismos: «Por un lado, la disolución de la anihidrita , igual que ocurre en Naica , pero con la diferencia de que allí ocurre a temperaturas de 48 o 56 grados y aquí a unos 20; por otro, y es el más interesante, a través de un fenómeno de envejecimiento también llamado ' maduración de Ostwald ' por el que los cristales más pequeños se disuelven, 'alimentando' y haciendo que crezcan los más grandes», afirma García-Ruiz.

Este fenómeno aún no se ha demostrado en cristales grandes, si bien es un experimento común a pequeña escala: los cristales, de una sal mucho más soluble que el yeso, permanecen durante años dentro de botellas cerrada s sometidos a las fluctuaciones térmicas de las estaciones . «Podemos observar que en verano, con el calor, se disuelven; en cambio, en invierno, al precipitarse debido a la bajada de las temperaturas, los cristales crecen», explica el investigador. El resultado es muy parecido a la geoda de Pulpí , pero a tamaño reducido. «Las glaciaciones que ocurrieron en esta época también afectaron al subsuelo, y seguramente tuvieron mucho que ver en el crecimiento de los cristales».

Uno de los cristales de la geoda de Pulpí JORGE GUERRERO / AFP

Además, los investigadores creen que los cristales crecieron después de la desecación del mar Mediterráneo, lo que ocurrió hace 5,6 millones de años. «Lo más probable es que sean menores de 2 millones de años pero mayores de 60.000 , porque esta es la edad de la corteza de carbonato que recubre uno de los grandes cristales de yeso». Para llegar a estas conclusiones, el equipo mapeó toda la cueva de la mina y analizar el entorno mineral y geoquímico para obtener una imagen detallada no solo de la geoda, sino de todo lo que había a su alrededor. Un trabajo de años que, además, ha sido usado en los trabajos de musealización de la mina.

La publicación del estudio casi coincide con la apertura al público de la geoda, que puede visitar el enclave desde el pasado mes de agosto. «Esto no afecta a las investigaciones científicas , ya que los visitantes solo se asoman al interior de la geoda», asevera García-Ruiz. Una oportunidad única para echar un vistazo a una cámara del tiempo que ha permanecido igual desde hace miles de años.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación