La especie de babuinos, Papio Anubis, decide democráticamente hacia dónde desplazarse en grupo
La especie de babuinos, Papio Anubis, decide democráticamente hacia dónde desplazarse en grupo - science

La democracia de los babuinos

Este tipo de primates decide por mayoría dónde desplazarse, independientemente de los puestos jerárquicos de la manada

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Decidir en democracia hacia dónde ir es posible entre los humanos, pero también entre los babuinos. Este tipo de primate de la especie «papio anubis» decide dónde desplazarse de manera democrática sin importar la posición jerárquica que ocupen sus miembros en la manada. Así lo afirma el estudio realizado por investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, publicado en la revista «Science».

A través del Centro de Investigación de Mpala en Kenia (África), el equipo de investigadores rastreó por GPS a un grupo de este tipo de primates y encontró que cualquiera de los babuinos puede contribuir al movimiento colectivo de la manada. «A pesar de su estatus social no es necesario que el más grande de los machos alfa sea quien decida dónde debe ir el grupo», afirma Margaret Crofoot, investigadora asociada al Instituto Smithsonian, y profesora auxiliar de antropología de la Universidad de California, Davis (UC Davis).

«Nuestras observaciones sugieren que la mayor parte de los miembros del grupo tienen voz, incluso en las sociedades altamente estratificadas», afirma Crofoot.

Esta especie de primates vive en manadas fuertemente jerarquizadas donde los individuos dominantes desplazan a sus subordinados cuando es el momento de alimentarse o en el apareamiento. Sin embargo, analizando por GPS la trayectoria individual de cada primate de la manada, se reveló que ni el rango de los babuinos ni tampoco su sexo les confería la habilidad de liderazgo.

Para sorpresa de muchos científicos, los resultados eran casi idénticos a los patrones previamente anticipados por el modelo teórico basado en los movimientos de los bancos de peces, la bandada de pájaros y el enjambre de insectos. La toma de decisiones de los babuinos es en gran medida un proceso compartido: los individuos votan con sus pies para guiar o seguir a sus compañeros de manada.

El estudio sugiere que incluso en sociedades complejas, es posible que estas reglas igualitarias y determinantes en el movimiento colectivo sean una ventaja evolutiva para reducir conflictos.

«Hace justo diez años estas cuestiones parecían imposibles de abordar» afirma la posgraduada de la Universidad de Oxford y de California (UC Davis), Damien Farine. Al principio, los investigadores capturaron y ajustaron a 25 miembros de una manada salvaje de babuinos collares con marcadores de GPS para tenerlos localizados durante catorce días.

Movimiento acumulativo

Farine y el primer coautor del estudio Ariana Strandburg-Peshkin, estudiante de la Universidad Princeton, se encargaron de extraer la información más importante dentro de la sobreabundancia de datos obtenidos en los collares. Desarrollaron un programa para calcular los movimientos de los primates por parejas. Cada movimiento individual podía potencialmente «tirar» a otro a hacer lo mismo.

Si el segundo individuo no lo seguía, el movimiento inicial retrocedía a su posición original. Esta simple regla de comportamiento tiene efecto acumulativo: si la decisión individual de movimiento no es discutida, es probable que sea seguida por un subgrupo de otros babuinos e incluso, finalmente, la manada entera.

El voto viene si hay un conflicto a la hora de avanzar, que es también determinado democráticamente. Si múltiples individuos inician el movimiento en la misma dirección, entonces la manada se compromete generalmente a moverse en el punto intermedio entre las diferentes decisiones individuales. Pero si esas diferencias son demasiado amplias, será menos probable que la manada lo siga.

La solución de los babuinos al conflicto es simple: siguen a la mayoría. Esta regla significa que es más probable seguir a un subgrupo que contenga el más numeroso de los iniciadores, y como resultado, tomar la decisión que se adapte a la mayoría de la manada.

Margaret Crofoot afirma que el siguiente paso «será descubrir qué motiva a cada babuino el iniciar el movimiento en primer lugar y si algunos pueden tomar ventaja de situaciones seguras para influir desproporcionadamente en el grupo».