La crisis dispara la brecha salarial entre hombres y mujeres

UGT de Catalunya ha presentado un informe en el que alerta que la brecha salarial entre hombres y mujeres ha aumentado en los años de crisis situándose en el 24% de la ganancia media anual. La desigualdad se acentúa en secciones laborales como actividades administrativas (33,1%) o en franjas de edad como la de mayores de 65 años (41,2%). El informe «Un futuro sin brecha», elaborado por la UGT de Catalunya y Fundación Maria Aurèlia Capmany y resultado de ocho meses de intensivo trabajo, evidencia la clara desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, especialmente en lo que respecta al salario bruto, incentivos económicos y rango dentro de la empresa.

Según este informe, hay una diferencia del 24% entre el sueldo medio anual

por persona trabajadora, ganando de media 25.675 euros los hombres y 19.500 las mujeres. Dentro de las secciones laborales más perjudicadas se encuentra en primer lugar la categoría de otros servicios, donde la brecha es del 35,2%; le siguen las actividades administrativas y servicios auxiliares (33,1%), actividades profesionales, científicas y técnicas (30,7%) y las sanitarias y de servicios sociales (29,5%).

Preocupa todavía más la distancia salarial entre ambos géneros atendiendo a criterios de edad: las mujeres jubiladas (de 65 años en adelante) ganan un 41,2% menos que los hombres en su misma situación. Esto se debe, explica el informe, a que «el sistema contributivo de la Seguridad Social del Estado penaliza económicamente las peores trayectorias laborales de pensionistas, marcadas por trabajar en sectores peor remunerados, en ocupaciones laborales inferiores, jornadas parciales y reducciones de jornada».

Las principales razones que explican este fenómeno remiten a la todavía existente tradición de que las mujeres dediquen más horas a la vida familiar (cuidar de hijos y familiares), por lo que el tiempo de dedicación a la vida laboral se ve reducida. Además, a ello se suma el machismo y casos de discriminación en los convenios laborales y a la escasa presencia de mujeres en los órganos directivos de las empresas que toman las decisiones.

Difícil control

A lo largo de la jornada de presentación, han intervenido representantes de las entidades que han desarrollado el informe, así como otros responsables sindicales. Núria Pumar, profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la UB, ha criticado la reforma laboral del 2012 por «priorizar la aplicación del convenio de empresa», algo que, según la profesora, desregula el salario y hace más difícil de controlar las discriminaciones por género u otros motivos.

Aida Ruiz, directora de la Fundación Maria Aurèlia Capmany, por su parte, ha criticado que en los cálculos del INE no se tengan en cuenta sectores importantes como la agricultura o el trabajo doméstico de muchas mujeres. También ha querido aclarar que el informe, realizado a partir de datos estadísticos y de más de un centenar de convenios laborales, no es aplicable al sector público, ya que «las negociaciones en ese sector son muy distintas».

Tanto en la jornada como en el propio informe se ha encargado de remarcar la importancia de una participación activa en movimientos sindicales, en la negociación colectiva y en la formación laboral, algo necesario para la promoción y que, tal y como se ha hecho hincapié en las ponencias del día, está muy lejos de ser compatible con la vida laboral y doméstica que tienen que compaginar muchas mujeres.

Por último, se ha querido destacar en el documento el papel que juega el lenguaje en la desigualdad de género tanto dentro como fuera del trabajo, ya que invisibiliza drásticamente la presencia y el papel de la mujer. Desde las distintas plataformas presentes, se ha querido impulsar una acción tan simple como decir «trabajadoras y trabajadores» en lugar de solo «trabajadores».