Tamara Rojo: «“El lago de los cisnes” es como hacer un Shakespeare»

El English National Ballet desembarca esta tarde en Liceu de la mano de su directora artística. «Bailaré la segunda noche porque desde que soy directora no suelo bailar en el estreno», desvela Tamara Rojo, que entró en el equipo de dirección del National Ballet en 2012. El público deberá elegir qué pareja quiere ver porque variará cada día. Por ejemplo, esta noche, serán Alina Cojocaru y David Trzensimiech los protagonistas del clásico de Chaikovski. «David es el artista invitado, es polaco y ahora es el bailarín principal de The Royal Ballet, lo elegí porque es excepcional», concreta Tamara que bailará mañana junto al mexicano Isaac Hernández.

«Es difícil definir cada pareja y qué tienen unos que no tengan otros bailarines, es tan compleja esta cuestión que se merecería una tesis», bromea la directora.

Cada pareja tiene sus cualidades pero lo que sí que tiene claro la directora es que los bailarines de ahora son más completos que los que estrenaron «El lago de los cisnes» en 1877 en el Bolshoi de Moscú. «Ahora tienen un gran abanico de movimientos porque aprenden clásico y contemporáneo», asevera. Por encima del cásting está la importancia de «El lago de los cisnes». «Es como interpretar una obra de Shakespeare; una nunca se cansa de interpretar el Lago -comenta Tamara-. Esta pieza habla de temas tan universales como la envidia, el poder y el amor, temas inagotables como pasa con la tragedia griega».

El filme «El cisne negro» de Darren Aronofsky popularizó, más si cabe, esta historia. «No me gustó la película y creo que es una parodia mala», afirma Tamara que no quiere seguir hablando de esta película. Este «Lago de los cisnes», de la English National Ballet, con coreografía de Derek Deane y escenografía de Peter Farmer estuvo la pasada primavera en Madrid y ahora recala en el Liceu hasta el domingo 20. La última vez que se pudo ver el «Lago» en el Liceu fue la temporada 2011/12 de la mano de la compañía de Ángel Corella. Tamara no quiere despedirse sin explicar que está muy contenta con su equipo y que por ahora no piensa en abandonar los escenarios. «Me da mucha satisfacción ser directora y me da mucha alegría ver a mis bailarines; pero por suerte no tengo elegir entre dirigir o bailar», reflexiona.

Acercando la cultura

Por otro lado, el Gran Teatre del Liceu anunció ayer que destinará 2.660 entradas a personas en riesgo de exclusión social a través del programa Apropa Cultura, que ha facilitado el acceso a la cultura a 20.000 personas en 55 equipamientos, informa Efe. El teatro ofrecerá a 3 euros el 2% de las localidades de platea y el anfiteatro en ocho óperas, ocho conciertos, un espectáculo de danza y todos los espectadores familiares y escolares de El Petit Liceu. Se trata de espectáculos como «Nabucco», «Benvenuto Cellini», «Lucia di Lammermoor», «Simon Boccanegra» y «La bohème», así como funciones de la CND.