Una de las imágenes de «Loreak»
Una de las imágenes de «Loreak» - abc

«Loreak», premio Sant Jordi de Cine

También son premiados «10.000 Km.», y los actores de «La isla mínima»

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Siempre hay algo de a contrapelo en la elección de los Premios Sant Jordi de cinematografía,que organiza Radio Nacional de España y que en esta ocasión cumplen su edición número 59. El Palmarés de estos premios está resuelto, no por el público, no por los profesionales o académicos del cine, sino por un nutrido grupo de críticos que trabajan en medios de comunicación catalanes, y tal vez sea ése el motivo de que, por lo general, tengan ese aire a contrapelo y ejerzan un cierto papel de «correctivo» a la línea prevista en los Goya, Gaudí, Oscar y demás. Son, por decirlo de algún modo, distintos.

Como Mejor Película ha resultado ganadora «Loreak», de José Mari Goenaga y Jon Garaño, que encuentra en este Sant Jordi un reconocimiento a la altura de su enorme calidad e impacto emocional…, algo que no es fácil que le ocurra con otros premios a los que aún aspira.

Y Mejor Opera Prima es para «10.000 Km.», de Carlos Marqués Marcet, en la que cuenta de un modo peculiar e ingenioso esa ecuación de sentimientos móviles entre la distancia y el amor.

La Mejor Interpretación masculina del año ha sido, para estos Sant Jordi, la de Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo en «La isla mínima», la película de Alberto Rodríguez que está llamada a coleccionar un reguero de premios. No puede considerarse una sorpresa que se le otorgue un Sant Jordi a la interpretación, magnífica, de sus protagonistas, aunque es notorio el hecho de que el premio no se haya limitado a señalar la evidencia de la fuerza de Javier Gutérrez (tan premiado e hipernominado ya) sino también la importancia de su contraplano, es decir, de Raúl Arévalo, menos fácil de apreciar pero igualmente premiable.

Y la magnífica elección de la actrizIngrid García Jonsson certifica el ojo de los Sant Jordi, pues su interpretación en «La hermosa juventud» merecía el esfuerzo de salirse de los carriles trillados y otorgarle un premio absolutamente merecido.

En el terreno de cine extranjero, los Sant Jordi han buscado, de igual modo, apartarse del camino de la trilla y encontrar la excelencia sin el contagio ya casi inevitable de las listas de Globos, Oscar y etcéteras. La mejor película del año ha sido «Her», de Spike Jonze, una elección excelente y arriesgada, como la del Mejor Actor, Tom Hardy, por «Locke» y, especialmente, por ese personaje impresionante de Bob Saginowski en «La entrega». Y más arriesgada y también inapelable es la de Rosamund Pike como mejor Actriz por su papel de esposa con el cerebro lleno de cuchillas de afeitar en «Perdida», de David Fincher.

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