El «tic-tac» que ha puesto contra las cuerdas a los alcaldes catalanes

Los regalos o prebendas que reciben los cargos públicos, o que éstos reparten, acaban siendo envenenados. Que se lo digan sino al expresidente valenciano Francisco Camps, que se las vio ante un jurado popular por unos trajes, a los consejeros de Bankia con sus tarjetas "black", al alcalde de Lérida, Àngel Ros (PSC), acusado de gastarse 36.000 euros en corbatas y fulares de diseño como gastos de protocolo. O a casi una setentena de alcaldes y exalcaldes catalanes, de varios partidos -PSC, PP, ICV, ERC-, que serán imputados por recibir un reloj Calvin Klein de 200 euros.

Esta semana, la juez del caso Mercurio ha imputado a veinte cargos locales de la antigua cúpula de la Federación Catalana de Municipios (FMC), como el alcalde de Tarragona, Josep Félix Ballesteros, y el de Cornellà (Barcelona), Antonio Balmon, por las supuestas irregularidades en la compra de relojes para regalar.

En un escrito, la titular del juzgado de instrucción número 1 de Sabadell (Barcelona) ha citado a los veinte imputados, en su mayoría exalcaldes, a partir del próximo 19 de marzo, en interrogatorios que se prolongarán hasta el 10 de abril. En esta pieza separada del caso Mercurio, que se une a la que también investiga a estos y otros ediles y exediles por el presunto cobro de sobresueldos camuflados como dietas, la juez ya interrogó como imputado al exalcalde de Sabadell y expresidente de la FMC Manuel Bustos -que se negó a declarar-, por un delito de malversación. Supuestamente fue él el responsable de cargar en 2011 a la federación municipalista -que ese año se nutrió en un 94,18% de fondos públicos- la compra de 70 relojes de la marca Calvin Klein. Para regalarlos a los miembros del Consejo Nacional de la FMC. Una dádiva por un valor total de 14.060 euros que se entregaba a los ediles que abandonaban el Consejo Nacional de la FMC tras concluir su mandato.

La juez ha acordado estas nuevas veinte imputaciones tras recibir un oficio de los Mossos d'Esquadra, a los que pidió que le identificaran a los 66 miembros del Consejo Nacional de la FMC en el periodo 2007-2011, supuestamente beneficiarios de esos obsequios. A petición del fiscal, el juez ha imputado por ahora a 20 de los miebros del Consejo, pero está previsto que cite al resto en las próximas semanas.

Entre los nuevos imputados en esta pieza separada, además de los alcaldes socialistas Balmon y Ballesteros -que también testificó en la causa sobre los supuestos sobresueldos encubiertos-, figuran también los alcaldes de Centelles (Barcelona), Miquel Arisa, y de Deltebre (Tarragona), Gervasi Aspa, y la exalcaldesa de Badalona (Barcelona) Maite Arqué, del PSC.

También han sido imputados, entre otros, los exalcaldes de Balaguer (Lleida) Miguel Angel Barril; Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) Miquel Alonso Herrera; Molins de Rei (Barcelona) Ivan Arcas, la exalcaldesa de Bigues i Riells (Barcelona) Elena Argemí, o o Luis Fernando Caldentey, alcalde de Pontons del PP.

La juez ha citado también como imputados a los exalcaldes de Igualada (Barcelona) Jordi Aymamí; Sitges (Barcelona) Jordi Baiget, y Gavà (Barcelona) Joaquin Balsera, además de los exdirigentes de la FMC Llorenç Artigas y Esther Badosa.

Publicidad y propaganda

Según la documentación intervenida a la que ha tenido acceso Efe, que obra en poder de la juez, el dinero para pagar los relojes fue cargado en concepto de "publicidad y propaganda" al capítulo de "formación y seminarios" de las cuentas de la federación municipalista.

Por este motivo, la juez concluye que la compra de los relojes se llevó a cabo "sin que aparentemente existiera relación alguna entre el gasto y la partida presupuestaria a cuyo cargo se efectuó".

En concreto, la FMC adquirió un total de 70 relojes -50 para hombre y 20 de mujer-, lo que coincide con la composición del Consejo Nacional de la entidad, que entre 2007 y 2011 estaba integrado por 66 miembros, de los que 50 eran hombres y 16 mujeres.

Algunos lo niegan

A la espera de que declaren ante la juez, algunos de los imputados ya han negado los cargos. El alcalde de Cornellà, Antoni Balmon, expresó su "desconcierto" y negó haber recibido ningún reloj. Por su parte, el primer edil de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), emitió un comunicado en el que explicó que el día de la reunión en que se repartieron los relojes -22 de julio de 2011- él "excusó" su asistencia . Ballesteros también negó en su día haber recibido ningún sobresueldo.